Nunca he sido un aficionado al cine de animales que hablan y parlotean durante todo el metraje. Normalmente suelen ser demasiado aburridas, cargantes, moralistas y bienintencionadas. No digo que sea algo malo de por sí. Los niños seguramente disfrutan de ellas con locura y es a quien van dirigidas estas películas. A ellos, no a mí. Pero es cierto que en un universo donde tenemos Pixar haciendo cosas como Up, o Dreamworks dándonos la versión más gamberra de cualquier historia infantil convencional, los animales con espíritu Disney edulcorado, dan bastante grima y hemos tenido muchos ejemplos de ello.
Son películas completamente encorsetadas en el ámbito del público infantil y los padres que las ven en familia las padecen con mala cara y obvio hastío en la mayoría de los casos. Dudo mucho que ningún padre pueda decir lo mismo de Como Perros y gatos 2, la Revancha de Kitty Galore. Es más, muchos críticos que la han atacado y ninguneado deberían hacérselo mirar, o deberían ver la película de nuevo.
Es más, casi me apostaría lo que fuese a que cualquier aficionado al cine se sienta a disfrutar de sus poco más de 80 minutos y acaba riéndose a carcajadas en más de una escena.
Como Perros y gatos 2 es una película hecha para los niños pero pensando en los adultos. Y como tal funciona a las mil maravillas sin aburrir en ningún momento y resultando a la vez un cuento moralista y una parodia del cine de acción y de James Bond.
Sí, es obvio. La trama es simple como el mecanismo de un chupete. Por supuesto los personajes son animales que hablan y emplean continuamente irritantes referencias a su anatomía con frases humanas (como “Se me erizan los pelos de la cola” y similares). Pero quien recuerde la primera entrega de esta saga, recordará el sano cachondeo que impregnaba su metraje a costa del cine tipo James Bond.
También es verdad que hay personajes irritantes, como esa paloma supuestamente graciosa que lo único que hace es quitar la atención de los chistes verdaderamente dañinos y salvajes. Pero no es de recibo decir, como he oído por ahí, que la película es mala porque el protagonista es un pastor alemán en lugar de un adorable cachorro, o que la gata no tiene suficiente protagonismo en la historia.
Centrémonos. Es una película infantil para los más pequeños de la casa. Es sencilla, es hasta simple, los personajes son dibujos animados (muchos planos de los protagonistas son mediante ordenador), las escenas de acción no van a volvernos locos, pero el sentido del humor es de los más efectivo.
Siguiendo con lo menos apetecible de la cinta, el personaje central humano al que da vida Chris O´Donnell, en lo que parece una parodia de su personaje en NCIS Los Angeles, tampoco era necesario y se hace aburrido de ver. Vale, perfecto. Digamos que todo eso es el precio que hay que pagar. Luego llegan los chistes. Y aquí la película tiene momentos de auténtica brillantez, por mucho que algunos grandes pensadores se nieguen a verlo.
Desde los títulos de crédito, homenaje/parodia de las viejas películas de James Bond, hasta el diseño del villano, otra parodia de aquella saga, la chispa aparece por la película. Ver a Kitty Galore, un gato calvo, acariciando a un ratoncito blanco llamado Suculento, cual líder de Spectra, hace sonreír al más pintado.
Las bases de los héroes, tanto de los perros como de los gatos, y sobre todo el elemento de la acción y el sonido en segundo plano, son hilarantes (ojo a la megafonía de los perros o a la asistencia telefónica de los gatos). El apellido del líder de los gatos es Lazenby, sin ir más lejos…
Así la trama de la historia pasa tranquilamente de las escenas para los niños a momentos para los padres que rozan la mala uva cuando no la abordan. La casa de la anciana que tiene decenas de gatos pero es demasiado permisiva (con devastadores efectos para los mininos). La contratación de los gemelos McDugall y el chiste de Garfield. La visita a la Roca y los presos que allí habitan, con una especial y genial presencia del pasado… Todo ello consigue arrancarnos carcajadas si nos gusta mínimamente el cine, porque además no se hacen referencias a oscuras películas desconocidas sino a cintas populares en todo el mundo como la mencionada saga de James Bond o El Silencio de los Corderos.
Sano cachondeo en época estival que siempre se agradece y viene la mar de bien. Recordemos que estamos hablando de una película de animales que hablan para los niños. No es una película que aspire a los Oscar y como tal debe ser juzgada y observada. Es más, la mayoría de gente acudirá a ella obligada y luego se llevará una grata sorpresa.
De hecho hay chistes que hasta parecen excesivos en una película infantil. Quizá demasiado salvajes. O demasiado adultos. Seguramente los niños no los comprenderán y saldrán encantados de la película. Y en este caso los padres posiblemente también podrán esbozar una sonrisa cómplice y se habrán pegado unas buenas risas. No, no estamos ante Toy Story 3 ni lo pretende ser. No es ninguna obra maestra. Pero la parodia acaba funcionando y haciendo reír, que es lo que importa.
Así que, teniendo en cuenta que al verano no le queda mucho tiempo y que los estrenos para niños comenzarán a escasear en breve, si tienen que llevar a sus hijos al cine este fin de semana, no lo duden, con Como Perros y Gatos no se arrepentirán demasiado. Es más, si algún cinéfilo o cinéfago decide ver la película, es probable que tampoco se arrepienta. Siempre que no le pida peras al olmo y tenga el sentido del humor en perfecto estado…
Jesús Usero
