Coriolanus, actualizaciรณn de la obra de Shakespeare dirigida por Ralph Fiennes que se sustenta en los actores.
Ralph Fiennes se apunta a la actualizaciรณn de la obra de Shakespeare entrando asรญ en un grupo de pelรญculas donde tambiรฉn podemos encontrar la versiรณn de Romeo y Julieta que dirigiรณ Baz Luhrman en 1996 o Titus, dirigida por Julie Taymor en 1999. Ambas tienen en comรบn el intento de acercar las obras originales a nuestros dรญas, pero no todas consiguen los mismos resultados.
En mi opiniรณn hay un trabajo de actualizaciรณn de los planteamientos de Shakespeare mรกs interesante en la serie Roma que en algunos de estos intentos de poner a Shakespeare como pretexto para explorar y jugar con estรฉticas vanguardistas, caso de la pelรญcula de Luhrman o la de Taymor. Estamos hablando en todos estos casos de una actualizaciรณn externa, sobre localizaciรณn y estรฉtica principalmente. Coriolanus ha hecho que vuelva a preguntarme hasta quรฉ punto es oportuna o incluso necesaria esa actualizaciรณn. Una de las grandes glorias de las obras de Shakespeare es que no requieren actualizaciรณn de su capa mรกs exterior y no ganan demasiado trasladรกndolas a nuestros dรญas o adornรกndolas con una estรฉtica propia del videoarte o el videoclip musical de nuestros dรญas. La modernizaciรณn no es necesaria porque basta con echarle un nuevo vistazo a cualquier obra de Shakespeare para darse cuenta de que son plenamente actuales, incluso muy recomendables para explicarnos el desbarajuste polรญtico, social y moral que estamos viviendo en nuestros dรญas. Rodada en 1953, la versiรณn de Julio Cรฉsar de Joseph Leo Mankiewicz no dejรณ de ser un interesante testimonio de la convulsa y siniestra actualidad que vivรญan los Estados Unidos en plena Caza de Brujas del senador Joseph McCarthy por el hecho de ceรฑirse a la ambientaciรณn y localizaciรณn de la historia en la antigua Roma. Muy al contrario. Los propios espectadores pudieron participar mรกs y mejor en la pelรญcula sacando sus propias conclusiones al respecto de los paralelismos entre lo que contara Shakespeare y lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Ademรกs no es ocioso en absoluto que Shakespeare eligiera la antigua Roma como contexto para sus tragedias polรญticas, por lo que toda maniobra de sacarlas del mismo no deja de ser una forma de robar parte de su virtud a las intenciones originales del autor, llevando la adaptaciรณn al peligroso terreno de la interpretaciรณn libre e incluso gratuita de las caracterรญsticas que definen a las obras originales.
En el caso de Coriolanus creo que ese intento de Ralph Fiennes de actualizar trabajando sobre lo externo, esto es, situando a sus personajes en una actualidad cronolรณgica y geogrรกfica mรกs o menos indefinida, pero donde cobran protagonismo excesivo los medios de comunicaciรณn, televisiรณn principalmente, es un lastre para que puedas brillar lo realmente interesante de su propuesta, que como no podรญa ser de otro modo son los actores.
Eso no ocurrรญa tanto en Titus de Julie Taymor, donde el brillante envoltorio estรฉtico aportaba tintes esenciales para arropar a los personajes y reforzar el trabajo de los actores. Por el contrario en Coriolanus el gran trabajo de interpretaciรณn del propio Ralph Fiennes, y el aรบn mejor trabajo de Vanessa Redgrave, que en su papel de madre del protagonista es en mi opiniรณn lo mejor de la pelรญcula junto con Brian Cox, queda apagado por ese pedregoso envoltorio visual de tonos pardos. La patricia Redgrave se impone con enorme autoridad a todo lo que la rodea, que sin embargo acaba engullendo a la talentosa pero aquรญ casi borrada Jessica Chastain y no es el mejor aliado para un Gerad Butler que deberรญa haber sido al Coriolano de Fiennes lo que en su momento fuera para el Cรฉsar de Louis Calhern el Marco Antonio interpretado por Brando en el Julio Cรฉsar de Mankiewicz, pero queda bastante por debajo de las expectativas creadas incluso por el cartel promocional de la pelรญcula.
Resumiendo: a este Coriolanus le sobra ese despliegue de hazaรฑa bรฉlica de sus primeros compases y la reubicaciรณn de su argumento en una actualidad de trajes de chaqueta, cรกmaras de televisiรณn y telรฉfonos mรณviles en lugar de togas romanas. Afortunadamente tiene un reparto competente con ese autรฉntico volcรกn interpretativo que es Vanessa Redgrave y deberรญa ser imprescindible para los incondicionales de Ralph Fiennes.
Miguel Juan Payรกn
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