Crítica Abrázame fuerte
La nueva película de Mathieu Amalric es una de esas que cuanto menos sepas de ella mejor.
Con ideas muy inteligentes y una narrativa atípica, la historia de Abrázame fuerte habla de temas profundos y conmovedores, aunque no siempre consiga mantener enganchado al espectador.
Abrázame fuerte es una película complicada para hablar de ella sin entrar en spoilers, ya que aunque el pastel va dejando miguitas desde el principio para los más avispados (para los que no, seguramente os sentiréis perdidos durante buena parte del metraje), lo mejor es ir a ver la cinta sin saber más allá de la sinopsis. Una que, a priori, parece no prestarse a dar razones para que nos encontremos con una historia enrevesada, pero que es debido a su estructura narrativa la que hace que el puzle sea más complejo de lo que es en realidad. La historia simplemente comienza con una madre que abandona a sus hijos y su marido sin razones ninguna, empezando a vagar por distintos lugares.
Desde esta premisa, los guionistas van tratando temas a través de sus protagonistas como la perdida, la soledad o incluso la demencia, al abordar los traumas que se producen en los personajes y especialmente en la protagonista principal, Clarisse, interpretada magníficamente por Vicky Krieps. De hecho, es ella la que en muchos momentos sostiene la cinta de la letanía y la monotonía que constantemente acecha la historia, puesto que hasta que no se descubre el pastel de forma clara, el director juega en la fina línea entre la realidad y la ensoñación, lo que puede provocar que si no entras en su juego, la cinta no te atrape.
Lo que si he de aclarar es que este último punto puede ser muy subjetivo. Al servidor que aquí escribe estas líneas no le ha atrapado, pero puede darse la situación de que no sea el caso de quien esté leyendo estas líneas. Por hacer un paralelismo, la estructura narrativa de Abrázame fuerte recuerda poderosamente, aunque sin llegar tan al extremo, a Enemy (2013), la cinta de Denis Villeneuve en cuanto a la hora de estructurar los flashbacks, el sentido de no saber cómo encajar las piezas, etc. Pero en aquella película de 2013 sí había un magnetismo que personalmente me mantuvo pegado a la pantalla, lo cual no me ocurre aquí. Pero como digo, hablo de este aspecto desde la pura subjetividad.
Al final, Abrázame fuerte es una cinta arriesgada y valiente, con ideas muy interesantes y hasta bien ejecutadas, que trata temas profundos de una forma original e innovadora para un drama de este tipo. Sin embargo, se pierde ante la monotonía de una cinta que ni siquiera la estupenda labor de su actriz protagonista y del resto del reparto consiguen levantar lo suficiente.
Guillermo Méndez
Copyright 2022 AccionCine. Se permite el uso del contenido editorial del artículo siempre y cuando se haga referencia a su fuente, además de contener el siguiente enlace: www.accioncine.es
noreadigital.es expertos en videomarketing