Crítica Aquaman de James Wan
Uno de los mejores blockbusters del año y la prueba de que DC puede hacer cosas muy buenas.
Y no, no quiero decir con esto que haya cambiado de opinión respecto a otras películas de DC, simplemente creo que en esta ocasión se han acercado posiblemente más a lo que el público espera de la compañía de cómics en el cine. Es cierto que es superior a Justice League, por ejemplo (no entiendo cómo puede haber costado la mitad de lo que costó Justice League y parecer que ha costado el doble. Aunque sabemos todos los problemas que tuvo el rodaje de JL…) y está a la par con Wonder Woman, a la que gana en determinados momentos. Pero, sobre todo, es un perfecto entretenimiento navideño y un blockbuster tan competente como bien construido.
Quizá, o más bien casi seguro, la clave de todo esto la tiene la presencia de James Wan en la dirección, quien ha sabido no sólo mantenerse fiel a muchas de las claves visuales que aportó Zack Snyder en Batman v Superman, El Hombre de Acero o Justice League (el uso de la cámara lenta o de los efectos visuales, ciertos momentos y paletas de colores…), sino también aportar su propia personalidad. Al contrario que con otras películas de superhéroes, viendo Aquaman tenemos claro que James Wan, y sólo James Wan, podía haber hecho esta versión. Es una película de su director, más de lo que lo fue Fast & Furious 7, aunque de aquella recupera el sentido del espectáculo y el ritmo, y de su cine de terror… vean la película y lo entenderán, porque Wan sabe aplicar una capa de cine de terror a determinados momentos y personajes…
Por supuesto hay que elogiar al reparto encabezado por Jason Momoa, y que tiene grandes secundarios como pueden ser Patrick Wilson, Willem Dafoe, Temuera Morrison o un sorprendente Dolph Lundgren, pero sobre todo hay que alabar el trabajo de sus actrices. Nicole Kidman tiene una importancia enorme en la trama y demuestra que puede seguir protagonizando ella películas, sin necesidad de adornos a su lado. Su escena de acción inicial es brutal, sin ir más lejos… Y sobre todo, Amber Heard. Cada vez que la joven actriz aparece en pantalla, la película crece. La química entre protagonistas es mejor que la que había en Wonder Woman, y aunque el romance siga siendo lo que menos aporta a la trama, se deja ver. Eso sí, Mera tiene momentos y peleas tan épicos o más que el propio protagonista. Piensen en la palabra “vino” cuando vean la película.
Sí, a veces hay un exceso de efectos visuales, como es lógico en estas producciones. Y los villanos cumplen, pero no destacan demasiado. No es perfecta, pero ninguna película lo es. Es una obra sólida, con un guión muy bien elaborado, sin excesos. Sabe poner humor y sabe ser oscura, dramática y épica cuando debe serlo. Y además aporta detalles visuales y hasta musicales que homenajean a Star Wars, a Blade Runner o a Pacific Rim. Y si la veis en versión original podréis disfrutar de Julie Andrews, por ejemplo. Aquaman es la película perfecta para que DC se reconcilie con parte de la audiencia, y también una pista de hacia dónde podría ir la franquicia en Warner… Quizá sea momento de pasar la batuta de mando a James Wan.
Jesús Usero
Crítica Aquaman
★