Getting your Trinity Audio player ready...
|
Crítica Avatar 2 El Sentido del Agua.
Mejor, más compensada narrativamente y más brillante que la primera entrega.
Le podemos achacar muchas cosas a Avatar, especialmente en la historia, el desarrollo de personajes y el guión en general. Era blanda, una copia de historias como Pocahontas o Bailando con Lobos y el romance ocupaba demasiado espacio de la historia. Pero visualmente era simplemente impresionante. La visita a Pandora, los Na’vi, los avatares, el mundo de luz y color que se desplegaba ante nosotros, además de esa épica de lucha entre un ejército invasor y un pueblo oprimido que culminaba en una batalla final espectacular como pocas. Lo uno compensaba lo otro, y se le añadía el uso de 3D, nunca antes visto como en Avatar, rodado con cámaras específicas, que permitía una completa inmersión en la película. Lo que te quitaban con el guión, te lo daban con el poderío audiovisual. Algo que la secuela intenta y consigue corregir en gran medida.
Para empezar, El sentido del agua juega a mostrar otro tipo de relación, más allá de la romántica. Hay una familia y unas dinámicas familiares establecidas entre padres e hijos, unos hijos que además tienen personalidades marcadas y tienen todos un arco dramático personal interesante más allá de romances adolescentes. Cameron trabaja en esas relaciones entre padres e hijos, en la que se presentan además muchas novedades interesantes, entre ellas sorpresas que seguramente interesarán a la audiencia, que es de lo que se trata. Sí, el esquema argumental es similar al de la primera entrega, pero el desarrollo de la trama, los personajes, las situaciones y los arcos dramáticos son mucho más interesantes, están mejor definidos, y saben crear una mezcla coherente y mucho más disfrutable que en Avatar. Más compleja, sin duda. Eso sin perder de vista que se trata de un producto para las masas, no un fresco realista sobre un drama humano intimista. Es Avatar, una película que ha costado casi 400 millones de dólares.
Pero con todo el maremágnum de comentarios a favor y en contra sobre Avatar y su historia, nos olvidamos muchas veces de quién es realmente James Cameron. Cameron es un director simplemente brillante. Un prodigio detrás de las cámaras que ha creado y perfeccionado diversas tecnologías para hacer su cine más espectacular y vibrante. Lo lleva haciendo un buen puñado de años, y con la llegada de Avatar El Sentido del Agua, el resultado no puede ser más sensacional. Estamos ante una de las películas técnicamente más brillantes de la historia, pero con la intención de narrar. Visualmente es apabullante, de una belleza nunca antes vista, y con un despliegue que pasarán décadas hasta que sea no ya superado, simplemente igualado (sin tener en cuenta la siguiente película, que esa puede desbancar a esta, por supuesto). Es bella, pero además apunta a expandir el mundo y llenarlo de una vida coherente.
No hay mucho que decir de los actores más allá de su compromiso con la película, y del esfuerzo que supone haber rodado bajo el agua con captura de movimiento y emociones. Transmiten todo a las mil maravillas y la tecnología ha avanzado una barbaridad, hasta el punto de que casi olvidamos que son personajes generados por ordenador. Pero seamos honestos, ninguno de los miembros de su insigne reparto espera que le llamen para decirle que ha sido nominado a un Oscar. El reparto está para servir a sus avatares y algunos personajes están algo desaprovechados. E incluso con la cierta valentía del guión, es una pena ver cómo toma caminos contradictorios consigo mismo, pasando de decir una cosa y hacer la opuesta los personajes al minuto siguiente. Sigue siendo, aún así, uno de los eventos cinematográficos del año.
Jesús Usero
Copyright 2022 AccionCine. Se permite el uso del contenido editorial del artículo siempre y cuando se haga referencia a su fuente, además de contener el siguiente enlace: www.accioncine.es
noreadigital.es expertos en videomarketing