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domingo, octubre 6, 2024
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Crítica Blue Giant ★★★★ (2024)

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Crítica Blue Giant película dirigida por Yuzuru Tachikawa

Una auténtica gozada como película, como animación y como musical.

De qué va Blue Giant

Tras asistir por primera vez a un concierto de jazz, Dai toma la decisión de cambiar su vida de improviso para dedicarse por entero a esa música como saxofonista.

Crítica Blue Giant

Sobresaliente propuesta de animación japonesa con la música como aliada que sigue los pasos de un cambio de vida radical como timón de una propuesta animación capaz de ganarse rápidamente su sitio como relato dramático de pleno derecho, y al mismo nivel de las películas en imagen real protagonizadas por actores de carne y hueso.

Lo consigue en base al despliegue de un lenguaje audiovisual y una narrativa seinen de primer orden. Así no solo satisface o interesa a los aficionados a esta variante del manga y el anime, sino que convence a quienes no frecuenten este tipo de propuestas audiovisuales por su sincera, fiel y eficaz adaptación del mejor manga sobre música. Un muy buen punto de entrada al jazz y al cine de animación japonés para quienes todavía no hayan disfrutado con ambas cosas y quieran iniciarse en las mismas.

Crítica Blue Giant

Una de las mejores películas sobre jazz

La entrada a la versión cinematográfica del mismo es particularmente accesible para todo tipo de público toda vez que utiliza el jazz como acompañante de una manera que pone a Blue Giant en un nivel de rendimiento a la altura de las mejores película sobre jazz que se han filmado para el cine, junto a las que brilla con personalidad propia como propuesta audiovisual.

Pienso en películas como Round Midnight (1986), dirigida por Bertrand Tavernier y en la que el mítico saxofonista Dexter Gordon dio vida al protagonista, Dale Turner, Bird (1988), dirigida por Clint Eastwood en torno al músico Charlie Parker, encarnado por Forest Withaker, Paris Blues (1961), de Martin Ritt con icónicas figuras como Duke Ellington y Louis Armstrong en su reparto, Acordes y desacuerdos (1999), dirigida por Woody Allen cuyo protagonista, interpretado por Sean Penn, se inspira en la figura de Django Reinhardt, o El trompetista (1950), dirigida por Michael Curtiz e interpretada por Kirk Douglas doblado cuando toca la trompeta por Harry James e interpretando a un músico de ficción que se inspira en la vida y la música de Bix Beiderbecke, uno de cuyos mejores amigos, el pianista Hoagy Carmichael, sirvió como asesor del actor. 

Sirva esta lista para definir en qué compañía de pesos pesados en el cruce de jazz y cine se gana un sitio Blue Giant desde sus primeras imágenes, proporcionando además una interesante y refrescante alternativa a las fábulas fantásticas, terroríficas, míticas y de ciencia ficción, y a las historias románticas, que suelen ser el territorio al que se aplican las ricas posibilidades de lenguaje audiovisual del manga y el cine de animación japonés.

Fusión perfecta de dibujo y música

Blue Giant exhibe además una brillante capacidad para manejar con fluidez la alianza de la música y los recursos de la imagen en movimiento convirtiéndose en un seductor escaparate de las posibilidades que se abren como fruto de la misma, especialmente favorecidas por la propia naturaleza del jazz en su variopinta y compleja familia de géneros musicales y su naturaleza de improvisación.

Si el jazz se nutre como caldo de cultivo primordial de la fusión de la música africana con la europea, esta otra fusión de las estrategias, técnicas, recursos y narrativas del manga japonés, esto es de esa narrativa en cuatro actos que se desarrolla sobre el concepto del kishotenketsu en fusión con el jazz, respaldada por la música de la pianista Hiromi Uehara como guía y socia de las peripecias del saxofonista protagonista de la trama.

Estas están servidas en torno al triángulo de piano, batería y saxo que no tarda en desplegarse con toda la fuerza evocadora de un relato épico sobre el tapiz de secuencias de montaje en las que se construye la pasión por la música que es el tema central de la película, la definición, motivación y conflicto de su protagonista y el regalo que se transmite al espectador en este musical diferente tras cuyo visionado es casi imposible sustraerse a la necesidad de dedicarle más tiempo y más pasión a la escucha más frecuente del jazz en todas sus formas y variantes.

Te gustará si te gustó…

Brilla a la altura de los mejores cruces de jazz y cine, a saber: Round Midnight (1986), dirigida por Bertrand Tavernier con el saxofonista Dexter Gordon como protagonista, Bird (1988), dirigida por Clint Eastwood en torno al músico Charlie Parker, Paris Blues (1961), de Martin Ritt con Duke Ellington y Louis Armstrong en su reparto, Acordes y desacuerdos (1999), dirigida por Woody Allen inspirada en Django Reinhardt, o El trompetista (1950), dirigida por Michael Curtiz e inspirada en Bix Beiderbecke.

                                                      Miguel Juan Payán

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Miguel Juan Payán
Profesor de Historia del cine, Géneros cinematográficos y Literatura dramática

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