Crítica Crossing película dirigida por Levan Akin con Mzia Arabuli, Lucas Kankava
Correcto drama sueco que a veces se pierde en su historia
De qué va Crossing
Lia es una antigua profesora de Historia que busca desesperadamente a su sobrina trans Tekla, quien desapareció hace mucho. Su búsqueda la lleva a cruzar su camino con Achi, un joven georgiano que viajará con ella a Estambul para ayudarla en su búsqueda a la vez que escapa de la situación de maltrato y abuso de su hogar por parte de su hermanastro. Por su parte Evrim, una joven abogada transexual, se encarga de ayudar a su comunidad y a aquellos en situación de pobreza en la concurrida Estambul.
Crítica de Crossing
El director Levan Akin nos lleva con esta cinta a las profundidades de Estambul por medio del viaje de una tía dispuesta a cualquier cosa para encontrar a su sobrina y enmendar sus errores. Una Estambul que se muestra como una ciudad muy sucia, oscura, con una paleta de colores muy sepia como demuestra su fotografía, a excepción de momentos donde la felicidad se apodera levemente de la narrativa.
Y una ciudad tan enorme y llena de gente en la que buscar a alguien en concreto es como buscar una aguja en un pajar. Akin nos muestra una Estambul en decadencia, donde la mayor parte de la población de las calles subsisten con poco o nada.
Akin hace una propuesta que se inclina más por los personajes que por la trama, teniendo tres núcleos principales que se divergen en dos tramas distintas, las cuales eventualmente se cruzarán, aunque de primeras tal vez no de la forma que esperas.
Dos tramas: Lia y Achin/Evrim
Por un lado tenemos lo que podríamos considerar la trama principal, la búsqueda de Lia y Achin de Tekla, la sobrina trans de la primera que se fue de casa, y por otro el regreso de Evrim a Estambul para ejercer finalmente como abogada tras conseguir la documentación del cambio de sexo.
Paralelamente también tenemos otras tramas algo menores como la de los dos niños que indican el camino a los protagonistas, que es su manera de ganarse la vida, y por otra la búsqueda de trabajo de Achi para poder asentarse en la ciudad.
Los caminos de todos ellos se van cruzando una y otra vez de manera circunstancial pero sin llegar a entrelazarse del todo hasta el final, pero vemos perfectamente las batallas de casa uno y sus dificultades.
Sororidad trans en un ambiente hostil
Una de las temáticas principales es la vida de la comunidad transexual en Turquía. Aunque es legal pertenecer al colectivo LGTBI, no hay una defensa férrea a sus derechos. La película muestra la situación en la que viven estos colectivos, particularmente las mujeres trans; la mayoría de ellas siendo obligadas a vivir de la prostitución. Así se muestra el papel de Evrim como uno esencial, usando la ley para proteger a su comunidad y darles el trato justo que se merecen, así como proteger a aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos.
Aún así, muestra también un lado positivo y necesario, uno que muchos se niegan a ver: La sororidad y la preocupación por cada miembro del colectivo, siendo la familia que eliges si la tuya por desgracia no te acepta como eres.
Una historia agridulce
Crossing es una película que, aunque a veces pierde el foco de su historia central, deja un regusto agridulce y una idea de que la esperanza es lo último que se debe perder.
Elena Campos
Crítica Crossing
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