Crítica Delfines de plata ★★

Crítica Delfines de plata película dirigida por Javier Elorrieta con Rodolfo Sancho, Will Shephard, María Blanco, Luis Fernando Alvés

Mediocre thriller que desaprovecha un muy buen reparto.

Le tengo cierto aprecio al cine de Javier Elorrieta, que creo que ha sido machacado en más de una ocasión sin motivos. Pacto de Brujas, que fue machacada en su momento, me sigue pareciendo una propuesta diferente e interesante. Sugerente pese a sus fallos. Cautivos de la sombra me parece una muy buena película, y La noche de la ira sigue planteando ideas más que interesantes que otros no se atrevieron a explorar.

Pero con Delfines de plata no hay mucho a lo que acogerse. La película es una fallida propuesta de thriller con dos tramas románticas como telón de fondo que no consigue atrapar al espectador y que, en varios momentos, nos depara algunas de las escenas con peores diálogos que se pueden ver este año. Mientras su reparto hace lo que puede, y la media hora final intenta imprimir el ritmo que los noventa minutos anteriores nunca han tenido. El resultado es decepcionante.

Un inmigrante nigeriano que trabaja en un hotel, se ve en el centro de una trama terrorista en la que están implicados miembros de Boko Haram, mientras él intenta sacar adelante a sus dos hijas y mantiene una relación con una compañera de trabajo. Al mismo tiempo el nuevo Ministro de Interior intenta mantener en secreto otra relación romántica, mientras un comisario de policía que investiga posibles atentados en nuestro país se ve envuelto en el peligroso caso que rodea al hotel, donde nada es lo que parece.

Y con una trama aparentemente interesante, nos enfrentamos a una película en la que la tensión se pierde desde el primer minuto, donde la falta de medios es patente, y donde los personajes deambulan entre esos diálogos imposiblemente recargados y ciertas situaciones que sólo consiguen que el espectador se sienta completamente ajeno a la trama (hay una escena con un personaje que ha sido agredido sexualmente que es resuelta de la peor manera posible, por poner un ejemplo)

Rodolfo Sancho intenta continuamente sacar adelante la película junto a Will Shephard, interpretando a dos de los personajes más protagonistas, y rodeados de nombres que hacen lo que pueden con lo que el guión les ofrece, como Luis Fernando Alvés, Ramón Langa, Emilio Buale o Malcolm Treviño-Sitté.

Pero la película les da poco espacio para lucirse de verdad. Demasiados personajes y muy poco desarrollo, con saltos de uno a otro que hacen poco probable que el espectador se sienta identificado con ellos. Defienden la película a capa y espada, pero a veces no es suficiente y el resultado queda pobre. Es gracias a ellos que se aguanta lo mejor posible una trama que no produce intriga, pero no es suficiente. Los clichés matan la historia, como puede verse con los personajes de los terroristas, que son un puro cliché.

Además a la película se le nota que le faltan medios, que no es nada malo si se cuenta otro tipo de historia, pero cuando te enfrentas a un thriller como éste… no sé cuántas veces se puede usar un fundido a negro para cortar una escena y hacer una elipsis en el momento más interesante por falta de medios, pero Delfines de plata abusa de ese recurso desde el primer minuto. Cuando llega su tramo final, el más interesante sin duda, ya nos ha perdido, ya no tenemos muchas fuerzas para seguir la historia que sigue teniendo fallos, pero al menos recupera el ritmo y el pulso narrativo. Demasiado tarde y demasiado poco para una película que nunca despega y que resulta mediocre en su conjunto. Una lástima.

Jesús Usero

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