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Crítica Dispararon al pianista dirigida por Fernando Trueba y Javier Mariscal
De que va Dispararon al pianista
El 18 de marzo de 1976, el músico brasileño Tenório Junior desapareció, mientras actuaba en Buenos Aires. La coincidencia de su viaje con el salvaje golpe militar liderado por el general Videla fue el detonante para que el artista de Río de Janeiro fuera secuestrado a punta de pistola, y llevado a uno de los lugares en los que la policía torturaba hasta la muerte a los detenidos. Décadas después, un periodista estadounidense se topa con la historia de Tenório Junior, y comienza a descubrir lo que sucedió con uno de los talentos más prometedores de la bossa nova.
Crítica Dispararon al pianista
Brillante película de animación, en la que Fernando Trueba y Javier Mariscal se acercan a la figura del músico Tenório Junior, desaparecido el 18 de marzo de 1976, en Buenos Aires.
En 1975, Estados Unidos avaló el despliegue de una serie de golpes militares de derechas en el continente americano (tal ejercicio fue conocido como Plan Cóndor), solo para intentar poner freno al apoyo popular que tenían las fuerzas políticas de izquierdas. Uno de estos regímenes, basados en la violencia desatada y salvaje, fue el del militar Jorge Rafael Videla, quien sembró el terror en Argentina de 1976 a 1981. Dispararon al pianista no se ocupa directamente de esa época de miedo y muerte en el país de Jorge Luis Borges, pero sí la toca tangencialmente, a través del cruento y no resuelto asesinato del músico brasileño Tenório Junior.
El argumento del film arranca con un periodista estadounidense en busca de un tema interesante para un reportaje en la revista The New Yorker. Este especialista en música empieza a investigar sobre el impacto de los ritmos procedentes de la tierra de Jorge Amado en el resto del mundo; y en concreto, los emulsionados por la bossa nova heredera de la legendaria canción Chega de Saudade. Tras escuchar diversas declaraciones de gente relacionada con la industria discográfica, el nombre de Tenório Junior comienza a cobrar una importancia obsesiva en el trabajo del informador. Poco a poco, la espina dorsal de su investigación se concentra en el citado compositor nacido en Río de Janeiro, el cual desapareció sin dejar rastro el 18 de marzo de 1976, mientras participaba en una serie de conciertos en Buenos Aires.
Fernando Trueba y Javier Mariscal tejen con soltura una telaraña de conexiones emocionales diversas, que van desde el recuerdo de legendarias melodías procedentes del país carioca, hasta la denuncia de una dictadura tan sangrienta y mutiladora de la libertad como la de la Argentina de Videla y sus hordas de torturadores. Sin perder ni en una secuencia el sentido enriquecedor del mensaje, la pareja de creadores monta un largometraje de tintes históricos, en el que es posible escuchar las voces originales de los desaparecidos Vinicius de Moraes y Antônio Carlos Jobim, entre otras celebridades.
A medias entre el amor sin condiciones hacia las variantes sudamericanas del jazz estadounidense y la bossa nova desbordante en sensaciones y cromatismo de pentagrama, Trueba y Mariscal montan un thriller con atmósfera de documental animado, en el que los personajes son los que guían a los espectadores por las luces y las sombras de lo sucedido con el talentoso Tenório Junior.
Como sucedió en el libro precedente, la película se gana la atención del público desde la primera imagen, con la progresiva implicación personal del periodista de la nación de las barras y estrellas, que ejerce de protagonista en un asunto que permaneció en el más absoluto de los silencios durante décadas. Con la voz cómplice del actor Jeff Goldblum (Parque Jurásico), Mariscal y Trueba enfatizan cada una de las imágenes contenidas en este sincero y contundente homenaje a los ritmos brasileños con la selección de una banda sonora de enorme belleza y sensibilidad; todo para contextualizar la figura del emergente Tenório Junior, quien murió a los treinta y cuatro años de edad, sin poder explotar su potencial creativo en su totalidad.
Sin duda, Dispararon al pianista supone una excelente oportunidad para dejarse llevar por las palabras y las melodías diseñadas por Vinicius de Moraes, Antônio Carlos Jobin, Joao Gilberto, Chico Buarte, Toquinho… Aparte de conocer de primera mano las aclaraciones pertinentes sobre el crimen de Tenório Junior, todavía no resuelto de manera oficial.
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Dispararon al pianista exhibe muchas conexiones estilísticas con Chico y Rita (Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando, 2010), cuyo argumento iba sobre el asesinato pasional de un pianista cubano.
Jesús Martín
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