Crítica Dungeons & Dragons Honor entre ladrones película dirigida por Jonathan Goldstein (XII) y John Francis Daley con Chris Pine, Michelle Rodriguez
Vibrante y divertida, una maravillosa sorpresa para el espectador.
No será la película más original en lo que respecta a la trama, que en realidad es una búsqueda del tesoro, ni tampoco la que tenga el mayor presupuesto, aunque los decorados y efectos visuales lucen de maravilla, pero hay algo en Honor entre ladrones que la convierte en una de las apuestas más divertidas y entretenidas del año. Una muestra de cariño por el universo Dungeons and Dragons, o Dragones y mazmorras, de la mano de John Francis Daily y Jonathan Goldstein, directores y guionistas de la película que la han llevado al terreno de la comedia, de la aventura disparatada y del entretenimiento de lujo, haciendo que olvidemos por completo el desastre que supuso la película de 2001 y sus terribles secuelas. Ese miedo, el de que se acercase de algún modo a aquella tragedia de película, queda disipado en los primeros cinco minutos de proyección…
Edgin y Holga, dos ladrones de lo más peculiares que de repente se encuentran en la necesidad de reunir a un grupo de aventureros y prepararse para un viaje en el que encuentren una antigua reliquia que les permita en cierta medida, salvar el mundo. Aunque no lo van a tener nada fácil, quizá debido a que no son, precisamente, los más indicados para el trabajo. Un grupo de perdedores que no destacan especialmente en nada y que, quizá gracias a eso, sean capaces de superar todas las expectativas porque, bueno, no hay ninguna. Y el guión hace muy bien en dotarles de carisma y de unas relaciones divertidas, no excesivamente complejas, pero funcionales, porque lo que necesitamos es, desde el primer minuto, entender que estos chicos son nuestros chicos. Son el único grupo de personajes de la película en el que podemos confiar.
Al igual que las partidas de rol de D&D, la película hace que todos los personajes alrededor de este grupo, sea decidido, inteligente, con una visión y un plan… Mientras que nuestros protagonistas son torpes y tienen que crecer y mejorar mucho. Además de no tomarse nada en serio. Es algo habitual de las campañas de rol y la película logra transmitirlo al espectador con su humor, con la química entre actores y con momentos como la visita al campo de batalla con los cadáveres resucitados. Hay que elogiar al reparto que se lo pasa en grande y nos lo hace pasar en grande, liderado por Chris Pine y Michelle Rodriguez, pero con nombres como Hugh Grant o Regé-Jean Page, que hacen que sus papeles brillen por cómo los enfocan. Además, la historia sabe cómo hacernos reír pero tocar nervio cuando lo requiere, mostrando el drama real del líder de este grupo, haciéndonos que sintamos que le comprendemos perfectamente.
Y además los directores saben ir más allá del humor, por muy efectivo que sea, y proporcionar un viaje de búsqueda del tesoro, como decíamos al principio, que nos lleva por las distintas regiones de este mundo (qué ganas tengo de que se revele lo que realmente es) y por los distintos rincones que ofrece, con prisiones heladas, bosques misteriosos, grandes ciudades o peligrosas mazmorras con… dragones, por supuesto. La película sabe entretener y no da ni un segundo de descanso al espectador. Sí, se le va la mano la duración, con dos horas y cuarto para un proyecto que no las necesita, y hay detalles que hemos visto una y mil veces. Pero, en resumen, Honor entre ladrones es puro entretenimiento y puede ser el primer paso para explorar un enorme universo lleno de sorpresas.
Jesús Usero
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