Crítica El Concurso de Piano película dirigida por Dominique Deruddere con Taeke Nicolaï, René Vanderjeugd, Kevin Janssens, Ruth Becquart
Una mirada a lo que supone estar obligada a cumplir los sueños de otra persona, los traumas y la ansiedad.
¿De qué va The Chapel?
La joven Jennifer Rogiers es una dotada pianista con un brillante futuro. Cuando supera unas pruebas para poder participar en la más prestigiosa competición musical de Bélgica, Jennifer pasará una semana en un lugar llamado El Concurso de Piano con el resto de los finalistas con el fin de prepararse para la gran actuación final. Sin embargo, su estancia en este internamiento le harán despertar malos recuerdos que lleva arrastrando desde que era una niña.
Crítica El Concurso de Piano
El Concurso de Piano es un buen ejercicio sobre cómo representar la ansiedad causada por las expectativas y la presión que ejercen los demás sobre nosotros. La obra de Dominique Deruddere explora esto por medio del personaje de Jennifer, que vemos durante toda la película que es una persona muy cerrada, a quien le cuesta dejar que los demás se acerquen a ella y enfocada en lo que dice que es su pasión, el piano, pero con la que rara vez la vemos disfrutar.
Más bien observamos lo contrario durante gran parte del metraje: Vemos cómo sufre, vemos que cree que no es suficiente a pesar de trabajar tan duro como puede y tener mucha maestría además de talento, vemos como teme defraudar a su madre… El Concurso de Piano es una exploración sobre las consecuencias de querer cargar a alguien, especialmente a una niña pequeña, el sueño frustrado de un progenitor y arrancarle cualquier posibilidad de decisión.
Dos historias paralelas con un mismo fin
El Concurso de Piano opta por una narrativa dual, contando el presente de Jennifer y su pasado, mostrando a medida que avanza el metraje la razón de que en la actualidad sea así, lo complicada que fue su infancia. El comienzo mismo deja la puerta abierta de que algo le ocurrió que la marcó para siempre, pero no es hasta el gran momento del clímax que la narración va intercalando entre el presente y el pasado, mostrando el que es su gran momento en la actualidad y el peor de su vida en el pasado. El metraje está muy bien distribuído y aprovecha su hora y media para narrar la historia al completo sin tener la sensación de que sobre o falte historia, al menos en lo importante.
Los sueños frustrados y la ansiedad
El Concurso de Piano explora las consecuencias de obligar a nuestros hijos a cumplir nuestros sueños frustrados, sacrificando sus propios deseos, envenenando todo el ecosistema familiar y a la propia Jennifer. Deruddere lo plasma muy bien en pantalla con un guion que sabe perfectamente las teclas que debe tocar, produciendo en el espectador una sensación de congoja con solo ver a la pobre Jennifer, para rematar la cinta con un final que parte el corazón. Un final en el que su director se crece tras las cámaras con un ritmo que desboca al espectador a la vez que le parte el alma, pues mezcla dos sensaciones y emociones tan distintas en una misma escena con un pulso de cirujano.
El Concurso de Piano es una buena película que no está exenta de detalles sin rematar
Aunque el tema principal que presenta lo aborda de maravilla, con recursos visuales como los planos cortos que apoyan esa idea de agobio y ansiedad, hay detalles de la trama como la relación con algunos compañeros que se acaban descuidando. No obstante, eso no entorpece la cinta que se convierte en un relato bastante realista sobre el daño de la imposición y las aspiraciones de los demás, especialmente familiares.
Elena Campos
Crítica El Concurso de Piano
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