Crítica El Piloto ★★★½

Crítica El Piloto

Acción sin frenos en una de las películas más entretenidas de la temporada.

No pretende ni mucho menos sentar un precedente en lo que respecta a historia, desarrollo de personajes o tramas varias, pero El piloto es justo lo que el médico recomienda para animarte el día. De hecho, dos películas como ésta al día son fuente de salud inagotable. O al menos eso creo yo. A veces el cerebro necesita desconectar con algo de acción sencilla, sin grandes aspavientos, con un reparto correcto, con una factura impecable y con unos personajes que no nos hagan desear verles muertos desde el primer minuto. No sucede muy a menudo, y el género de acción ha sido dejado de lado en los cines recientemente. Me refiero a la acción clásica, con tiroteos, explosiones, peleas y demás, no a cine de superhéroes. Cine de acción con vísceras, violencia desatada y un ritmo brutal. El Piloto ofrece todo eso, hasta el punto de que podemos olvidar sus lagunas de guión. Que las tiene.

Un piloto de la compañía Trailblazer, destinado en Hong Kong, tiene un viaje en Año Nuevo, que le llevará a reunirse con su hija en Hawái. El viaje parece tranquilo, con apenas un puñado de pasajeros, pero a última hora se les suma un agente de la ley y un prisionero acusado de asesinato. Las terribles condiciones meteorológicas obligarán al avión a un aterrizaje de emergencia en una perdida isla del Pacífico, dominada por una milicia poco amigable. A partir de ese momento la lucha por la supervivencia se convertirá en el único motivo del grupo, liderado por su piloto… La película da así un cambio radical de registro, de lo que podría ser una cinta de catástrofes con accidente aéreo, a una película de acción en mitad de la jungla, enfrentados a un enemigo que supera a los protagonistas en medios y número.

Para poder creerte una película así necesitas un protagonista como Gerard Butler. El actor está más cómodo que nunca, con su acento natural, en la piel de este piloto preocupado por reunirse con su familia, pero que además se siente responsable por la vida de todos aquellos que están a su cargo, lo que le lleva a tomar decisiones extremas y no todas ellas inteligentes. Butler transmite carisma y fuerza, y es capaz de encargarse de un trabajo así con facilidad. A su lado tenemos a Mike Colter, ese preso y antiguo miembro de la Legión Extranjera que parece la única posibilidad que tiene el grupo de sobrevivir. Aunque, ¿cómo pueden confiar en él? Mención especial para Tony Goldwyn en un serio pero divertido papel como el responsable de controlar la situación desde Estados Unidos y mandar la ayuda necesaria. Sin él, la película perdería bastante.

Contar con un director como Jean-François Richet completa lo que necesita una película así para funcionar. Un director con brío, con fuerza, con un soberbio control del montaje y el ritmo. Prueba de ello es la pelea a vida o muerte en el edificio abandonado, el asalto a la prisión o el sublime tiroteo final, además de esas escenas en el avión con una tensión magníficamente controlada. La película es entretenidísima, sin duda. Y por eso uno se olvida de que el guión tiene más lagunas que Ruidera. Nadie intenta usar el móvil para llamar, los personajes hacen estupideces ilógicas, e incluso algunos de ellos son simple fachada al servicio de la historia. Hasta el drama del protagonista no es precisamente original ni está brillantemente planteado. Pero con la fuerza que tiene el resto, nos encontramos con un entretenimiento de primer orden, una película divertida, violenta, y que echábamos de menos en las salas de cine.

Jesús Usero

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