Crítica El retorno de las brujas 2
Crítica de la película El retorno de las brujas 2
Simpática aunque muy dedicada a los fans de la película original.
Una película que en su momento fue un pequeño fracaso comercial haciendo que Disney perdiese en torno a 16 millones de dólares con la película, que tampoco fue precisamente adorada por la crítica. Pero Disney Chanel y posteriormente Freeform/ABC Family la redescubrieron y la han mantenido con vida durante casi 30 años, sobre todo en Halloween. Tras sus emisiones, las ventas en DVD en octubre de la película alcanzaban un millón de dólares en USA año tras año… Y ese es principalmente el motivo de que las hermanas Sanderson, las brujas del título, vuelvan este otoño a Disney + con una secuela que recupera a las tres actrices originales. Y la esencia de esa primera película.
Desde que fueron condenadas por brujería hace ya más de tres siglos, las hermanas Sanderson son una leyenda en Salem, que ya volvió a la vida en 1993. Treinta años después, un grupo de adolescentes hace que las hermanas vuelvan a la vida una noche de Halloween, en la que intentarán buscar venganza sobre aquellos que las condenaron y conseguir mantenerse con vida más allá de una noche. Una de las cosas más interesantes que hace la película es en su arranque dar algo de humanidad a los personajes de las brujas, convertidos en villanas sin remedio. Pero a los 15 minutos de película los responsables han olvidado por completo ese inicio y se dedican a otras labores que creen más divertidas. Aunque no siempre lo son.
Por supuesto las reinas de la función son Bette Midler, Kathy Najimy y Sarah Jessica Parker, como las mencionadas brujas. Aunque la película y la historia centran demasiado su atención en Midler, y nos distrae de la presencia del resto del reparto. Un reparto en el que también regresa Doug Jones y en el que un nuevo grupo de jóvenes se enfrenta a las brujas, pero no tienen el carisma (y, discúlpenme, tampoco el talento), del joven reparto de la primera película, con Thora Birch, Vinessa Shaw o incluso Sean Murray. Una parte de la película puedes pasarla deseando que las brujas, todo carisma y fuerza, se lleven por delante de una vez al grupo de adolescentes que se enfrentan a ellas.
Un guión funcional, que muchas veces parece una excusa para movernos entre los gags protagonizados por las brujas, con una historia sencilla y apañada, que no se aleja mucho de la original, un reparto que funciona en su parte adulta (qué poco aprovechado está Tony Hale, brillante al inicio), y un acabado televisivo y discreto. Puede que ese sea incluso su mayor defecto, el toque televisivo, de producción demasiado barata y sin inventiva visual. El resto funciona con corrección y sobre todo contentará a los fans que llevan toda una vida esperando esta película. A ellos va dedicada y ellos son quienes disfrutarán al máximo con una producción que se queda en correcta. Nada más. Y tampoco se esperaba más de ella.
Jesús Usero
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