Crítica El vigilante nocturno Demonios heredados película dirigida por Ole Bornedal con Fanny Bornedal, Nikolaj Coster-Waldau, Ulf Pilgaard
Una película que llega treinta años después de su primera entrega sin aportar nada realmente nuevo
De qué va El vigilante nocturno Demonios heredados
Tras los eventos de la primera película, décadas después, la hija de Martin, Emma, que estudia medicina, empieza a trabajar en el turno nocturno, intentando averiguar la historia real de lo que le sucedió a su padre, marcado por aquellos eventos. Una visita al asesino de aquella, le despierta de su coma y pone en marcha una serie de fatídicos eventos.
Quizá demasiado tarde para contar esta historia
Ole Bornedal debutó como director de cine (ya había rodado varias películas para televisión) hace justo treinta años con El vigilante nocturno, película danesa que lanzó la carrera de Nikolaj Coster-Waldau, y la del propio director, convirtiéndose en un éxito internacional, aunque muchos la hayan olvidado. La película tuvo tal repercusión que pronto fue objeto de un remake en Hollywood, dirigido por el propio Bornedal, con Steven Soderbergh como guionista y a Ewan McGregor como protagonista. La película pasó sin pena ni gloria y era bastante inferior a la original, algo que casi le sucede a esta nueva película.
¿Es una mala película? No, la verdad es que entretiene y mantiene el interés del espectador gracias al buen ritmo y a la ambientación de la historia, pero falla a la hora de presentar algún elemento mínimamente original o sorprendente. De hecho, durante gran parte del metraje tenemos la sensación de que lo que estamos viendo es en realidad un reboot o remake de la película original, con muy pocos cambios y contado desde el punto de vista de la hija del protagonista al que dio vida Coster-Waldau, quien aquí tiene un papel más secundario, igual que Kim Bodnia, quien también vuelve para la secuela.
La auténtica protagonista de la historia es Emma, interpretada por Fanny Leander Bornedal, la hija del cineasta, quien tiene muchas preguntas sobre el pasado de su padre, y es capaz de llevar la película sobre sus hombros sin complicaciones. Pero es una lástima que la historia no profundice en las consecuencias sobre Martin de aquella película, y sólo dejen que las intuyamos un poco. El actor está, como tantas otras veces, fantástico, pero el guión no le deja jugar lo suficiente, ni explorar el pasado, lo que provoca que un camino que hubiese sido realmente interesante, quede abandonado gran parte del metraje.
Previsible y llena de clichés, pero muy atractiva visualmente y con un gran reparto
No hay mucho más que explicar sobre la película, sin hacer Spoilers. Aunque tampoco hace mucha falta, porque la historia es realmente previsible. No hay giros sorprendentes, y todo sigue algo que podíamos esperar desde los primeros quince minutos. Es más, le cuesta un poco despegar y sólo lo hace realmente cuando Bodnia aparece en escena. No es ni mucho menos demasiado tarde para la película, porque juega muy bien con la ambientación, los decorados y la sensación de que algo realmente siniestro realmente está sucediendo.
La ausencia de sustos también permite mantener una sensación de tensión continua que no desaparece en ningún momento. No hay situaciones que disipen esa tensión y eso nos lleva al final de la historia enganchados a la butaca, porque la ambientación sí es de película de terror. No es perfecta, pero es efectiva. No es original, pero es entretenida y recupera unos personajes que se ganaron un lugar en el corazón de los aficionados al género hace 30 años. Sólo por eso, ya merece la pena echarle un vistazo y disfrutar de su propuesta.
Jesús Usero
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Crítica El vigilante nocturno Demonios heredados
