Crítica La trampa película dirigida por M. Night Shyamalan con Josh Hartnett, Ariel Joy Donoghue, Saleka, Alison Pill
Vuelve Shyamalan con una de sus películas más olvidables hasta la fecha
De qué va La trampa
En el concierto de una gran estrella del pop, un padre y una hija parecen estar pasándolo en grande. Pero algo extraño sucede a su alrededor, la policía parece tener sitiado el lugar a la caza de un peligroso asesino en serie… ¿Quién pensaría que el abnegado padre es en realidad también el siniestro asesino?
Un Shyamalan descafeinado y falto de garra
M. Night Shyamalan quizá no goce del éxito en taquilla que tuvo al inicio de su carrera, cuando películas como El sexto sentido, Señales o El protegido llenaban salas de cine en todo el mundo. Tras varios productos que parecían de encargo como After Earth o Airbender, el director regresó a sus propios universos con Múltiple, que conquistó, esta vez sí, a crítica y público. Siguiendo esa línea llegaron sus siguientes proyectos que, sin ser nuevamente taquillazos, nos devolvieron al Shyamalan más personal y autor, incluso cuando adaptaba la obra de otros.
Con La trampa encontramos una historia original suya con una curiosa premisa, interesante y con potencial. El maestro de los giros de guión imposibles nos introducía en una aventura realmente directa y sencilla. Desde el inicio sabemos lo que está ocurriendo, quién es el asesino, el villano. ¿Seremos capaces de empatizar con él? ¿Habrá sorpresas inesperadas? Y, lo más importante, ¿mantendrá el interés de la audiencia toda la película? Esta última pregunta quizá sea la más sencilla de responder. No, no lo hace.
Josh Hartnett vuelve a primera línea
La carrera de Josh Hartnett es digna de estudio. Cuando el actor estaba en la cúspide de su fama decidió dar un paso atrás y apostar por proyectos más personales. Le hemos visto brillar en series de televisión como Penny Dreadful, y aportar su granito de arena a grandes películas como Oppenheimer. Pero Hartnett llevaba más de 15 años sin protagonizar un gran proyecto de estudio como éste, de los que se estrenan en miles de cines en todo el mundo buscando llenar salas. Papeles secundarios, serie B o directas a video, televisión, cine independiente… Aquí el actor demuestra que puede, y debe, seguir llevando el peso de una película como ésta.
Él es el gran motor de La trama, más allá del guión o el director. Su contenida interpretación, fría y calculadora por momentos, nos presenta a un personaje al que cuesta muchísimo odiar. Su relación con su hija, honesta y real, nos introduce en la mente de alguien que parece ser dos personas a la vez (sí, hay momentos en los que nos recuerda a lo que consiguió James McAvoy en Múltiple, pero no tan brillante), y ahí reside el interés de la historia, en observar cómo este hombre que parece un padre y marido maravilloso, mantiene en control al monstruo que también habita su cuerpo…
Bien dirigida, pero con demasiados problemas en la historia
Hay momentos en los que La trama parece una mera excusa de Shyamalan para presentar la carrera musical de su hija Saleka, quien da vida a la cantante de pop Lord Raven y a partir de cierto momento tiene mucho peso en la trama. Y ese es uno de sus errores. Mientras la película se mantiene en el estadio y el concierto, funciona a las mil maravillas. Nos intriga saber qué va a pasar a continuación, saber si Hartnett va a ser capaz de escapar del cerco de la policía o, incluso, si no nos espera una sorpresa al respecto. Pero todo eso, esa tensión y ese buen hacer, ese ritmo inteligente y bien planteado, se pierde una vez abandonamos ese escenario.
A partir de ese momento, cuando cobra protagonismo el personaje de Lady Raven, la película se desmorona por completo. La trama se vuelve imposible, con momentos que se acercan demasiado a lo ridículo, obsesionado por dar peso al personaje de su hija en lugar de apoyarse en el de Alison Pill, no sólo mucho más interesante, sino también un auténtico talento como actriz. La película poco a poco pierde el rumbo y deriva en algo aburrido, blando y sin fuerza, que echa casi por tierra el buen hacer de su primera mitad. Quiere repetir la jugada de Múltiple, pero en esta ocasión no lo consigue…
Te gustará si te gustó…
Juega a plantearnos las dudas morales de Múltiple, pero de una forma mucho más sencilla y, bueno, más aburrida.
Jesús Usero
Crítica La trampa
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