Crítica Las Vidas de Sing Sing película dirigida por Greg Kwedar con Colman Domingo, Clarence Maclin, Sean Blackman
Colman Domingo lidera un drama carcelario, íntimo, emotivo y bello en el que el arte es la base de la redención.
De qué va Las Vidas de Sing Sing.
Divine G lleva años encerrado en la prisión de máxima seguridad de Sing Sing por un delito que no cometió. Con el objetivo de ayudar a otros presos a canalizar sus emociones para intentar rehabilitarlos, Divine funda un grupo de teatro.
Crítica de Las Vidas de Sing Sing: El arte como vía de escape
Las Vidas de Sing Sing es un tributo al arte y su capacidad de cambiar la vida de la gente. Esa sería la mejor manera de definir esta película dirigida por Greg Kwedar. Una cinta basada en sus personajes y el corazón de estos; unas vidas que traspasan la pantalla porque, realmente, el único actor real que presenta la película es Colman Domingo, quien ofrece una actuación magnífica, de esas que hipnotizan, con una versatilidad de otro mundo.
El resto de los miembros del reparto de esta cinta basada en hechos reales se interpretan a sí mismos, dotando a la cinta de una realidad que fácilmente traspasa la pantalla. Las Vidas de Sing Sing es una película que, estando muy contenida en su historia, pues su objetivo no es narrar un impresionante hecho real que cambió el mundo, sino mostrar una realidad actual, la parte buena de una realidad mala, la cotidianidad de esta y, sobre todo, lo poderoso que es el arte hasta el punto de tener un carácter redentor y de liberación.
El estudio y evolución de los personajes como principal conductor: La dualidad de Divine G y Divine Eye
Las Vidas de Sing Sing cuenta con un reparto de secundarios maravilloso cuyo objetivo primerizo, con el ritmo e intención de la cinta, es mostrar ese día a día de la producción teatral: los ensayos, las conexiones entre los miembros del reparto…Pero la película se cimenta sobre las dos caras de una misma moneda: Divine G y Divine Eye.
Estos personajes son muy diferentes entre sí, con G siendo más optimista, más artístico, mientras que Eye es lo opuesto, a pesar de mostrar cierto interés en el grupo de teatro y lo que hacen. El viaje de la cinta muestra cómo esa pasión por el arte de la actuación, y lo que de verdad supone ahí dentro para los miembros del taller de teatro, cambia la percepción de Divine Eye de la vida y su propósito, llegando a intercambiarse los roles. La relación entre ambos personajes y su dualidad es el eslabón más fuerte de la historia.
El arte como canalizador de emociones y un tipo distinto de libertad
Más allá de ser un tributo a estos presos reales que usan el teatro como camino a la rehabilitación y redención, y ofrecer una narrativa que evita el drama barato o se base puramente en eso, habiendo mucho espacio para momentos que hacen sentir bien y feliz al espectador, y se nota en detalles sutiles como el tipo de banda sonora que envuelve a la película, reafirma el verdadero poder del arte.
La película es un tributo a una de las mejores cualidades del ser humano, crear arte. Además, le brinda la habilidad de ser una puerta hacia la libertad, con doble sentido. Los personajes ansían la libertad física de la prisión pero, en lo que están dentro, interpretar personajes en las obras de teatro, prepararlas, ensayarlas… Ya les da una libertad de su cárcel psicológica.
Las Vidas de Sing Sing es un alegato al verdadero poder del arte en el ser humano
Las Vidas de Sing Sing es una bella historia con el arte como centro de su universo y sustentado por un reparto estelar y auténtico, donde cada integrante brilla con luz propia. Colman Domingo ofrece una interpretación protagonista enérgica y versátil bajo una dirección muy intimista y cuidada de Greg Kwedar.
Elena Campos
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Crítica Las Vidas de Sing Sing