Crítica Mundo Extraño
Mundo extraño es una aventura típica de Disney sobre la familia, el legado y la búsqueda de uno mismo, que cumple correctamente con una historia llena de inventiva en lo visual pero que se queda corta por un libreto algo flojo.
La nueva película de Disney para estas navidades en el terreno de la animación lleva por título Mundo Extraño. Y lo más extraño es la poca promoción que ha tenido el film, por lo que se entiende el batacazo que se está dando en la taquilla. Porque esta nueva aventura de la casa del ratón no es para nada una mala película, aunque tampoco se encuentre en la parte alta de producciones de la compañía. La trama cuenta la historia de los Clade, una familia célebre por ser famosos exploradores. Un día, en una misión especial para salvar a su ciudad llegan a un extraño lugar nunca antes visto, donde tendrán que enfrentarse a numerosos peligros y nuevas criaturas totalmente desconocidas. Pero los problemas se acrecentarán más debido a las disputas entre los miembros de la familia.
Así ruega la sinopsis de esta historia que cuenta con todo un despliegue visual asombroso, tanto desde el punto de vista tecnológico como artístico, mostrando paisajes y criaturas de lo más imaginativas y, en ocasiones, utilizando estilos artísticos 2D y de cómic para contar historietas de algunos de los familiares. De hecho, el propio logo de la película te remite a Indiana Jones, dejando caer desde el principio alguna de las referencias del film.
La historia en sí es una aventura típica de Disney en torno a la familia, que se construye alrededor de la idea del legado de padres a hijos y como estos últimos intentan buscar su propio camino desligándose del camino marcado por sus progenitores (tranquilos, no es spoiler, es el comienzo mismo de la película). Una idea muy interesante que es la que mayormente sostiene al film, ya que la parte de la aventura en sí deja algo más que desear, desgraciadamente. Son los conflictos entre padres e hijos y las diferencias generacionales lo verdaderamente interesante de la historia y que, solo en el tercer acto, termina de aprovecharse por completo.
Mundo Extraño es una película algo irregular, que no siempre consigue mantener con la misma intensidad la atención del espectador debido a un guion un poco flojo. Eso sí, es lo suficientemente colorida, con personajes carismáticos y visualmente apabullante para cumplir correctamente como película Disney. No es lo mejor de la factoría, pero tampoco el desastre que se cuenta en algunos lares. Simplemente, una película correcta.
Guillermo Méndez
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