Crítica The Creator ★★★★ (2023)

Crítica The Creator película dirigida por Gareth Edwards con John David Washington, Gemma Chan, Allison Janney, Ken Watanabe

Revisita con solidez claves de los clásicos de ciencia ficción.

De que va The Creator

En un mundo futuro máquinas y humanos se enfrentan en la que puede ser su batalla final.

Crítica The Creator

Gareth Edwards, director de Rogue One (2016), que sigue siendo la mejor propuesta de la saga cinematográfica de Star Wars en su fase más reciente, ya dio muestras en Monsters (2010) de su talento para abordar temas del género de ciencia ficción en el cine con la misma solidez que siempre ha disfrutado ese género en la literatura, y vuelve a demostrar en The Creator que posee talento y recursos de sobra para seguir trasladando al cine las claves esenciales de dicho género con una seriedad del cual las películas del mismo lamentablemente no siempre pueden presumir.

Humanos y máquinas: el reto de la inteligencia artificial

En esta ocasión regresa al recurrente tema de la difícil convivencia entre la humanidad y las máquinas cuando las segundas alcanzan un nivel de desarrollo en la inteligencia artificial que les permite adquirir cualidades que inicialmente se presuponen exclusivas de los seres humanos. El asunto argumental coincide en algunos aspectos con muchas de las dudas y preguntas que la actualidad en esa materia nos plantea en torno a la inteligencia artificial y la manera en que nos vamos a relacionar con ella en el mundo real, lo cual no deja de ser interesante y un añadido de atractivo para la película.

Pero además The Creator tiene a su favor la igualmente probada habilidad de Edwards para facturar cine de evasión y entretenimiento, está repleta de acción y es muy sólida en el reparto desde el trío construido por John David Washington, que tras protagonizar Tenet de Christopher Nolan muestra su total solvencia para echarse sobre las espaldas del protagonismo de un proyecto ambicioso como el que aquí nos ocupa, la infalible Allison Janney en un papel de aliada/antagonista que sirve bien como contrapeso de equilibro al anterior, si bien su papel pide a gritos más tiempo en pantalla, y la niña Madeline Yuna Voyles, que interpreta un papel mucho más difícil que el de sus dos colegas y lo saca adelante con una gran solvencia convirtiéndose en la gran sorpresa de la película.

Personajes menos desarrollados y el tercer acto

Cierto es que otros personajes, como Harun, interpretado por Ken Watanabe, y McBride, al que da vida Marc Menchaca, están muy necesitados de mayor desarrollo y tienen más espacio de arco de evolución del que muestra la película tal como la conocemos, perdiéndose así aportaciones importantes que mejorarían el resultado final del conjunto.

Cierto es también que en su desarrollo la película experimenta cierto problema de resolución en el tercer acto, talón de Aquiles de la película, no tanto por que sea visualmente inferior o carezca del mismo gancho de todo lo que la precede, sino porque cae en ciertos problemas de ritmo y resuelve algunos temas -la fuga tras la captura, por ejemplo-, de manera innecesariamente alambicada y recargada que pone a prueba la coherencia interna de la trama y por otra parte retrasa la llegada al lugar en el que se resuelve la misma.

Estas cuestiones están relacionadas principalmente con el metraje de la película, que se queda en una tierra de nadie en lo que se refiere a su duración. Habría podido cubrir algunas de esas parcelas más flojas con más metraje. O bien resolver la historia ahorrándose circunvalaciones como la de la fuga en el tercer acto para saltar directamente a la resolución, suprimiendo de paso  una excesiva reiteración en flashbacks que repiten la misma información.

Pero aún con todos esos puntos más débiles en lo referido a su guion, en su conjunto resuelve bien desde lo visual su identidad como un espectáculo de acción y ciencia ficción de calidad, está mejor dirigida que escrita, y aunque no sea argumentalmente nada nuevo, consigue mantener bien el interés en todo su metraje convirtiéndose en una grata sorpresa en la cartelera.

Películas que me ha recordado, salvando las distancias: Elysium (Neill Blomkamp, 2013) y Looper (Rian Johnson, 2012).

                                                              Miguel Juan Payán  

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