Crítica Treasure película dirigida por Julia von Heinz con Lena Dunham, Stephen Fry, Zbigniew Zamachowski, Robert Besta
Brillante road movie ambientada en una Polonia recién salida del yugo dominante de la extinta Unión soviética, en la que sobresale la relación entre un padre y su hija.
De qué va Treasure
Edek (Stephen Fry) acaba de perder a su esposa, por lo que decide acompañar a su hija Ruth (Lena Dunham) en la visita que esta realiza a Polonia, con el fin de ver el lugar donde nacieron sus progenitores. Pese a que el inicio de la travesía no es como la periodista tenía planeado; poco a poco, Ruth comienza a comprender los miedos que atenazan a su padre al regresar a un sitio en el tuvo que presenciar la muerte de sus familiares más cercanos, tras ser trasladados al campo de extermino de Auschwitz-Birkenau.
Crítica Treasure La directora alemana Julia von Heinz versiona con imaginación el libro escrito por la autora australiana Lily Brett, sobre el intenso viaje que llevó a cabo con su padre a través de Polonia, durante los años noventa.
La cineasta centroeuropea sigue con ingenio el camino emprendido por Edek y Ruth, y lo ilustra con hoteles decadentes y la compañía de un taxista que se convierte en perspicaz testigo de las peleas y los encontronazos de la periodista neoyorquina con su desastrado y expansivo padre. El guion vertebra el argumento en torno a los diálogos existencialistas de los personajes de Ruth y Edek, a los que retrata con todo lujo de detalles psicológicos y humanos.
Dentro de roles tan poliédricos, Stephen Fry y Lena Dunham realizan sendas interpretaciones cercanas y creíbles, siempre en compromiso con los sentimientos maximizados de un par de personas perseguidas por la tragedia sentimental que ambos portan sobre sus hombros.
Ruth (Lena Durham) intenta afrontar un divorcio para el que no encuentra explicación, mientras procura hallar un mínimo de compenetración con su singular padre. Por su parte, Edek (Stephen Fry) lucha por no implicarse demasiado con el sufrimiento que contempla a su alrededor. El hombre sobrevivió a la muerte en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau con la incapacidad de asumir el infierno experimentado allí, y hace lo imposible para evitar los lugares en los que transcurrió su infancia y juventud.
Julia von Heinz se apoya en las diferentes maneras de Ruth y Edek para sanar sus profundas heridas emocionales, y lo hace con una road movie desconcertante y tragicómica, en la que la bestial apariencia de Auschwitz-Birkenau sirve para enfatizar el elemento de unión que necesitan el padre y la hija para avanzar juntos.
Dentro de las posibilidades que ofrece un personaje tan peculiar como el de Ebek, Stephen Fry engrandece su caracterización con un cúmulo de naturalidad envolvente. Un trabajo que aporta un elemento de cotidianeidad imprescindible para que el film no caiga en la nostalgia medioambiental que sugería el argumento central.
Como escenario ideal de la tristeza que evitan desbordar los protagonistas de la película, Polonia ejerce el papel de escenario plagado de fantasmas, deprimido en sus entrañas y sin atisbos de lograr un mínimo de esperanza redentora. Justo lo contrario a lo que consiguen Ruth y Edek a su regreso a Nueva York.
Te gustará si te gustó….
Cualquier road movie de signo generacional y familiar, de la divertida odisea de Pequeña Miss Sunshine a la excepcional cinta setentera Harry y Tonto.
Jesús Martín
Crítica Treasure
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