Crítica del documental Diego Maradona
Fantástico documental sobre la figura del futbolista que se reestrena en nuestro país.
Una película que no vamos a discutir si aprovecha o no la situación para lucrarse tras el fallecimiento del jugador de fútbol argentino hace apenas unos días. Vamos a juzgar únicamente la calidad del documental que hace un año se estrenó y que ahora se reestrena en salas comerciales, al tiempo que se puede ver en varias plataformas de streaming. Y, la verdad, más allá de la ocasión, situación o el morbo que se haya generado, es más que interesante descubrir la película y repasar en este documental parte de la carrera del astro argentino, uno de los más grandes jugadores de la historia del cine fallecido hace sólo un par de días. Diego Maradona quiere ser un reflejo de lo que el jugador supuso para el mundo en general.
El documental se centra sólo en los años de Maradona en el Nápoles, tras su marcha del F.C. Barcelona, su llegada a Nápoles, la transformación que sufrió el club a su paso y que le llevó a ganar varios títulos a lo largo de los años en Italia, además del mundial de México 86 con Argentina. Son años de éxitos, de gloria, de fama, dinero y poder. Pero también de muchas sombras, de secretos, de problemas personales que desembocarían en la caída del ídolo, con el Mundial de Italia 90, el positivo por cocaína y su suspensión como jugador que le llevó a abandonar el club donde se había convertido en una leyenda. Una leyenda que muy pocos han igualado no ya en fútbol, sino en cualquier otro deporte. A la altura de Michael Jordan, por ejemplo.
Una de las cosas más importantes del documental es que el propio Maradona cuenta su historia. Desde sus inicios humildes, el documental repasa brevemente su historia antes de llegar a Nápoles, y lo hace con la voz de Maradona. Cientos de horas de material nunca antes visto sirve para componer un relato contado por el astro y sus allegados, sin olvidar otros futbolistas, entrenadores, seguidores, periodistas… Entre todos narran esta historia y no se cortan a la hora de hablar de la camorra, de las drogas o de la compleja personalidad del jugador (aunque sin mostrar su lado más siniestro y de lo que se le acusó muchas veces. No entra a matar en ese punto en concreto).
Lo que queda es un análisis de la gloria, pero también del hedonismo, la arrogancia o la adicción. Del talento extremo y de la pasión. De los errores y aciertos. Y una muestra de lo que pasaba en una época en la que una madre anunciaba a la prensa desde su cama de hospital que su hijo recién nacido era de Maradona. Todo ello en algo más de dos horas de metraje que muestran la figura desde dentro, aunque se eche mucho en falta los años previos a Nápoles a fondo, y los posteriores, totalmente olvidados. Maradona cuenta su historia sin tapujos, casi siempre, pero es una parte de su historia. No sería mala idea ver la historia completa. Y que sea una versión sin censura.
Jesús Usero
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