De la bancarrota a dominar la taquilla global: el recorrido del cine de Marvel Studios y su impacto en el modelo de universo compartido.
Antes de Marvel Studios: La bancarrota y la venta de derechos
Marvel Studios y su universo cinematográfico de superhéroes llevan siendo los reyes de la taquilla desde hace muchos años, creando una meta a la que otras productoras solo han podido soñar con llegar.
Sin embargo, esto no siempre ha sido así. La realidad es que Marvel en el pasado no ha gozado de la salud económica que posee actualmente. A finales de los años noventa del pasado siglo, la “casa de las ideas” pasaba por un momento de crisis que obligó a la empresa a vender los derechos de sus personajes más importantes para poder seguir existiendo.
Así, los derechos cinematográficos de Spider-Man, los X-Men, los Cuatro Fantásticos, Daredevil y muchos más acabaron en manos de distintos estudios, como Sony Pictures o 20th Century Fox. De este modo, en los 2000 tuvimos proyectos tan exitosos y recordados como la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi y las primeras dos películas de X-Men dirigidas por Bryan Singer; auténticos cimientos del cine de superhéroes tal y cómo lo conocemos en la actualidad. Pero no todo era fantástico, en esta época también hubo varios tropiezos como Daredevil, Los Cuatro Fantásticos o Ghost Rider.
Pero en 2008 una película sería la primera en trazar un nuevo camino para los superhéroes de Marvel en el cine.
El inicio del universo Marvel: el comienzo de una nueva y única narrativa cinematográfica
A pesar de que la bancarrota había hecho que Marvel perdiera los derechos cinematográficos de algunos de sus personajes más importantes, les quedaban muchos en el cajón. Tal vez no eran tan grandes como Spider-Man, pero eran juguetes con los que se podía jugar.
Así es como Kevin Feige, usando la experiencia que había conseguido en anteriores producciones, se lanzó a la aventura y llevó a los cines a Iron Man. La película hizo algo único: avanzar un equipo de superhéroes; y es que, a lo largo del resto de películas que compondrían la llamada fase 1, el estudio presentó a los integrantes de ese nuevo equipo para al final juntarlos a todos en Los Vengadores, estrenada en el 2012.
Lo que hizo la película fue rompedor. Marvel adaptó el formato crossover de los cómics y lo implementó en la pantalla. Después de eso, la historia solo iría a más. Tras la primera Los Vengadores, que rompió récords de taquilla, Marvel ya tenía a un público afianzado; llevar la marca Marvel significaba algo. Lograron que personajes totalmente desconocidos, como los Guardianes de la Galaxia, sean actualmente iconos populares.
Para cuando llegó la fase 3, no había película del estudio que no fuera un taquillazo y un éxito de crítica. De ahí que Vengadores: Infinity War y Vengadores: Endgame hayan supuesto uno de los grandes eventos de la cultura popular moderna.
La fiebre de los universos compartidos. Tratando de replicar la fórmula del éxito
Lo que pasa cuando algo se convierte en un éxito abrumador es que todo el mundo busca replicarlo.
Cuando el concepto de universo compartido de Marvel estuvo asentado y respaldado por su éxito, otros estudios no tardaron en lanzarse a intentarlo. Los dos intentos más notorios fueron los de Warner con DC y Universal Pictures con su Dark Universe. Este último nació y murió con el reinicio de La momia que protagonizó Tom Cruise, y el resto de proyectos que había planeados y que ya tenían actores confirmados fueron cancelados.
En el caso de DC y Warner, aunque decidieron tirar hacia delante con el universo compartido, las polémicas detrás de las cámaras y los resultados negativos de muchas de las cintas, por no hablar de la falta de planificación, hicieron que el llamado DCEU muriera de manera agonizante el pasado 2023. Ahora, la esperanza de que DC pueda tener un universo cinematográfico como el de Marvel Studios recae en James Gunn y Peter Safran… Aunque todo depende de cómo funcione su Superman.
Las salas de cine se convierten en la meca de los grandes eventos
De igual manera que Marvel ha ayudado a las salas en momentos duros, especialmente pospandemia; también hay un fenómeno que parece que han creado en los últimos años, aunque esto es debatible, y es reservar las salas solo para películas evento, haciendo que propuestas más modestas pasen desapercibidas en cines.
Marvel no es la entera responsable de esto. Después de la pandemia y con el streaming como nuevo jugador, todo el modelo ha cambiado. Gran parte del público se ha acomodado a ver las películas que no son grandes eventos en casa, porque sabe que tendrá las cintas en streaming con muy poca diferencia de tiempo.
Incluso la propia Marvel está teniendo dificultades con proyectos como Capitán América 4. En el horizonte están Thunderbolts y Los Cuatro Fantásticos: primeros pasos. Pero la verdadera incógnita está en Vengadores: Doomsday. ¿Seguirá existiendo el efecto Vengadores?
Elena Campos
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