Un hombre y su adicciรณn. ยฟO no es una adicciรณn? Unย urbanita y su reto. O lo que รฉl llama un reto. Ese es el punto de partida de esta historia en la que Mark Wahlberg revisita una fรกbula que ya protagonizara James Caan en el aรฑo 1974, The Gambler, que dirigiรณ Karel Reisz. La nueva versiรณn es uno de esos remakes que al contrario de la mayorรญa de las nuevas versiones justifica el uso del remake por algo mรกs que la mera inclinaciรณn a seguir explotando algo ya explotado. Creo que el original era muy bueno, pero tengo que ser sincero y reconocer que me han gustado mรกs los actores de esta nueva versiรณn del asunto. Y ademรกs el guiรณn de William Monaham me convence mรกs y creo que les sirve muy fielmente como arma para que se luzcan. Serรฉ sincero: creo que James Caan es un actor enorme, un grande del cine de los setenta. Pero no lo comprรฉ nunca en este papel para el que hicieron campaรฑa gente mรกs propicia al mismo, como el Jovencito Frankenstein Peter Boyle o Robert De Niro. De hecho, me creo mรกs en este papel a Wahlberg. Y a partir de ahรญ en mi opiniรณn el tanteo se inclina a favor del reparto de la nueva versiรณn que ahora se estrena frente a la anterior. Para empezar Brie Larson me hace creerme todo lo que no me creรญ del romance de Caan con Lauren Hutton, fรฉmina que siempre me pareciรณ algo frรญa y distante. Quien lo dude o no sepa de quรฉ demonios estoy hablando, puede hacer el siguiente ejercicio: Brie Larson estรก mรกs cerca de otra rubia del cine setentero mucho mรกs convincente y menos โestatuaโ que Hutton, Cybill Shepherd (sรญ, la protagonista de la serie Luz de Luna, que nos habรญa vuelto locos ya a muchos apareciendo en Taxi Driver y sobre todo en La รบltima sesiรณn de Peter Bogdanovichโฆ). La manera en la que esta nueva versiรณn trabaja con la historia romรกntica desde la elipsis y sin que en ningรบn momento pise o estorbe a la trama principal, muy al contrario, que la acompaรฑe y complete sin perder su propio peso en el conjunto, me parece notable. El encuentro del protagonista con la joven estudiante en la clase vacรญa, con ese movimiento de cรกmara alejรกndose de ella mientras รฉl se acerca saliendo de la cabina fuera de campo es una estrategia perfecta que define con gran inteligencia la manera en la que el director se propone abordar ese asunto. El momento de visita con ella al casino incluso tiene ecos lejanos que seรฑalan la posible fuente de inspiraciรณn del director, Leaving Las Vegas, pelรญcula que no por casualidad tenรญa tambiรฉn muchos rasgos de vรญnculo visual con The Gambler de Karel Reisz. ย
Siguiendo con los actores, aรฑadan a lo anterior a Jessica Lange como la madre del protagonista. Una seรฑora imperial. Una actriz de lujo. Aquรญ, como en la serie American Horror Story, vuelve a estar impresionante. Sรณlo su aplomo y su seguridad, su solidez ante la cรกmara, son ya toda una lecciรณn de interpretaciรณn para cualquiera que se proponga ejercer como actor o actriz. Ella es una de las columnas que respalda a Wahlberg en este empeรฑo. La otra es John Goodman en un papel que parece hecho a su medida de figura totรฉmica que estรก a medio camino entre Hades, el dios del infierno griego, y un Zeus algo mรกs dispuesto a repartir consejos de supervivencia entre los miserables humanos. Imaginen una especie de versiรณn criminal en clave de prestamista oscuro y adicto a las saunas del personaje que interpretara Matthe McConaughey en El lobo de Wall Street, y se acercarรกn a lo que pueden esperar de este repartidor de sabidurรญa callejera ย y criminal. Completa el puzle otra pieza esencial, Michael Kenneth Wiliams, al que se le quedaba pequeรฑo el papel de Chalky White en la serie Boardwalk Empire, pero que viene a ser un necesario soplo de aire fresco en la galerรญa de afroamericanos que pueblan las fantasรญas de Hollywood, a la que ha aportado una personalidad propia, intransferible, elegante y al mismo tiempo amenazadora.
Ese compacto reparto, eficaz y contundente, hace que la nueva versiรณn de El jugador estรฉ mejor armada en lo interpretativo, aunque en lo visual estรฉ ligeramente en desventaja con la visiรณn urbanita de Karel Reisz en The Gambler, que es muy posiblemente una de las mejores muestras del paisaje urbano trasladado a la pantalla grande en el cine de los setenta. Y eso es decir mucho.
Pelรญcula interesante y recomendable, en todo caso.
Miguel Juan Payรกn
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