El llanero solitario. Dibujo animado en imagen real que certifica la mutaciรณn del cine en la era blockbuster.
Antes de nada una aclaraciรณn necesaria. Para quien esto escribe, la pelรญcula estรก entre las dos estrellas y las tres estrellas. Por eso no me cansarรฉ nunca de recomendar a quienes consultan estas crรญticas que no se queden sรณlo en mirar las estrellas y nos presten algo mรกs de su tiempo leyendo los comentarios hasta el final. Y de paso que digo esto aclaro tambiรฉn que es el tipo de pelรญcula perfecta para poner a prueba al crรญtico por varios motivos que explicarรฉ a continuaciรณn. En primer lugar las pelรญculas mรกs fรกciles de comentar y calificar suelen ser las que estรกn en 1 estrella y las que estรกn entre 4 y 5 estrellas. Las peores y las mejores. El territorio comanche de la crรญtica cinematogrรกfica, donde si te descuidas la flecha de un lector descontento se te puede clavar en la cabeza, lo constituyen las pelรญculas que navegan entre las 2 y las 3 estrellas. ยฟEl motivo? Estas pelรญculas son aquellas que incluyen momentos y elementos flojos o mal concebidos junto a momentos y elementos interesantes. Pero el desequilibrio entre los mismos propicia mรกs el ejercicio de la opiniรณn personal subjetiva que el mรกs loable, digno y exigente ejercicio de la opiniรณn objetiva. Miren ustedes: sobre gustos no hay nada escrito, y yo he visto a mucha gente riรฉndose viendo algunos momentos de El llanero solitario que a mรญ personalmente no me hacรญan ninguna gracia. Y es en ese momento cuando decido que el espectador que todo crรญtico lleva dentro debe dejar aparcado todo atisbo de subjetividad para aplicar la mรกxima objetividad en el anรกlisis.
A tรญtulo de ejemplo voy a tirar de hemeroteca y recordar aquรญ unos ejemplos que pueden aclarar mejor lo que estoy intentando explicar respecto a mi encuentro y opiniรณn frente a El llanero solitario. Cuando Andrew Sarris, uno de los mรกs prestigiosos crรญticos norteamericanos, defendiรณ Psicosis en un artรญculo de la revista The Village Voice, recibiรณ lo que รฉl mismo denominรณ: โun aluviรณn envenenado de rรฉplicas por parte de los lectores de Voice de aquella รฉpocaโ. Algo asรญ como lo que hemos tenido que aguantar mi colega Jesรบs Usero y yo en Twitter y Facebook por defender El hombre de aceroโฆ Curiosamente Sarris librรณ unos cuantos pulsos de opiniones diametralmente opuestas con otra cรฉlebre โ y siempre polรฉmica- crรญtica de cine norteamericana, Pauline Kael, que en 1974 desatรณ la polรฉmica con un artรญculo publicado en la revista The New Yorker poniendo en duda que Orson Welles fuera el legรญtimo autor de Ciudadano Kane, se cubriรณ de gloria en las pรกginas de esa misma revista poniendo a caldo Ricas y famosas, la รบltima y gran pelรญcula de George Cukor, pretextando que las secuencias de sexo protagonizadas por el personaje de Jacqueline Bisset (en la mejor interpretaciรณn de toda su carrera) eran โel resultado de una mente masculina deformadaโ, la de Cukor, reconocido homosexual de Hollywood, y como suele decirse popularmente, se le calentรณ la boca calificando Eyes Wide Shut de Stanley Kubrick como โuna verdadera mierdaโ. Tal y como seรฑalaba otro crรญtico, Philip Lopate, en su artรญculo Para su reconsideraciรณn: sobre cambiar de opiniรณn acerca de una pelรญcula, publicado en el nรบmero de Mayo-Junio de 2009 en la revista norteamericana Film Comment (y rescatado junto con otros muchos interesantes textos en el interesante y muy recomendable libro La mirada americana. Cincuenta aรฑos de Film Comment): โPauline Kael afirmaba que jamรกs regresaba a una pelรญcula, ya que deseaba fiarse de su primera impresiรณn, mientras que Andrew Sarris ha tomado un acercamiento crรญtico opuesto respecto a la revisiรณn: sopesando y alterando su posicionamiento respecto a una pelรญcula a lo largo de dรฉcadasโ. Un servidor, como Lopate, prefiere el mรฉtodo Sarris al mรฉtodo Kael, sobre todo en lo referido a sopesar mi propio posicionamiento frente a una pelรญcula.
Lo que me ocurre frente a El llanero solitario es que no me convence del todo. Pero adivino en ella algunos momentos de puro dibujo animado disparatado, de cartoon con personajes de carne y hueso, tanto en su apertura, en el tren, como en su cierre, en los trenes. Y de repente es como ver a Johnny Depp (Tonto) y Armie Hammer (el Llanero) convertidos en algo asรญ como el Coyote y el Correcaminos de los dibujos animados de la Warner. Tren arriba, tren abajo, poniendo a prueba la credibilidad del espectador hasta el lรญmite, estos personajes no protagonizan una adaptaciรณn seria y sรณlida de El llanero solitario, algo asรญ como lo que ha venido a ser El hombre de acero respecto a Superman, sino una gigantesca, muy costosa y muy arriesgada broma sobre la mitificaciรณn de los personajes de hรฉroes y superhรฉroes enmacarados en el cine. Y eso me llevรณ a darle otra vuelta a la pelรญcula, a sopesar mi opiniรณn sobre ella, hasta llegar a una especie de pacto entre el espectador y el crรญtico que llevo dentro, entre mi primera impresiรณn subjetiva y mi mรกs meditada impresiรณn objetiva respecto a lo que he visto en la pantalla.
Asรญ, tengo que aclarar que en general, esta versiรณn de El llanero solitario me ha parecido floja. Mรกs floja que Piratas del Caribe, construida por sus mismos artรญfices, que aquรญ han intentado replicar la misma fรณrmula de alternancia del humor con las aventuras trepidantes pero no consiguen los mismos resultados. Su tono me ha recordado mรกs otra curiosa pelรญcula del oeste plagada de disparates varios, Wild Wild West, o la adaptaciรณn de la serie Los Vengadores que protagonizaron Sean Connery y Uma Thurman, o Batman y Robin. Tal y como les ocurriรณ todas ellas, estรก dotada de la misma dosis de espectacularidad visual y ritmo frenรฉtico incuestionable reforzado con el trabajo de sus actores โen este caso con Johnny Depp ejerciendo como mรกquina que tira de todo el tren-, pero su abuso del tono parรณdico acaba por agotar y confundir al espectador, que no sabe a quรฉ carta debe quedarse, esto es: si se trata de una broma hipertrofiada en su metraje, esto es, como un chiste largo, o si al mismo tiempo nos quieren contar una peripecia รฉpica del lejano y salvaje oeste. La repeticiรณn del chiste del pรกjaro muerto al que Depp alimenta una y otra vez acaba por perder su gracia y es un buen ejemplo de cรณmo en algunos momentos el argumento parece andar en cรญrculos sin dirigirse realmente a ninguna parte.
Pero al mismo tiempo recuerdo el momento en que el Llanero despierta de la inconsciencia en una construcciรณn elevada por su compaรฑero Tonto, una secuencia que sirve como ejemplo de todo lo anterior y manifiesta ese tono de gran despliegue visual รฉpico para generar un chiste simple me ha hecho pensar que puede haber algo mรกs detrรกs de todo lo que no me convence de esta pelรญcula (como por ejemplo el error de casting de Armie Hammer como el Llanero, o la mala direcciรณn que le mantiene haciendo el payaso durante todo el metraje en lugar de hacerle evolucionar desde lo parรณdico hacia lo heroico en una lรญnea mรกs cercana a lo que hicieron con el personaje de Orlando Bloom en Piratas del Caribeโฆ). Si en la superficie la pelรญcula se me antoja algo floja respecto a las expectativas creadas, rascando un poco, haciendo ese ejercicio de sopesar y cuestionar sin miedo mi primera impresiรณn como proponรญa Lopate, he llegado a la conclusiรณn de que El llanero solitario es un intento, quizรก fallido en parte, pero no en todo, de dibujar una sรกtira del cine blockbuster y las saga de personajes del cรณmic que invaden la pantalla en estos tiempos. La imagen del niรฑo enmascarado que entra en la feria y se encuentra cara a cara con uno de sus mitos, descubriendo la parte de farsa y de gran guiรฑol que habita en todos los mitos a travรฉs de la representaciรณn a ratos chaplinesca de Johnny Depp como Tonto, o el caballo blanco, Plata, que puede subirse a los รกrboles, o los roedores de la pradera, autรฉnticas criaturas de dibujo animado gamberro al estilo Warner Bros., me hacen pensar que hay dos pelรญculas habitando en El llanero solitario. Una que no me interesa absolutamente nada, que es la protagonizada por Armie Hammer, y otra que me interesa mucho mรกs, la protagonizada por Johnny Depp, con ese dibujo parรณdico de los mitos y los hรฉroes, que si bien repite chistes como el del pรกjaro y estรก inevitablemente lastrada por los fragmentos heroicoparรณdicos protagonizados junto al Llanero, tiene la cualidad de ser una especie de apunte ligero en tono de cartoon sobre la muerte del cine clรกsico, a cuyo entierro llevamos asistiendo desde que naciera el sobreexplotado y frenรฉtico cine de blockbuster, tal y como ya anunciรณ el padre del espagueti western, Sergio Leone, a mediados de los aรฑos ochenta cuando preparaba una de sus dos obras maestras, รrase una vez en Amรฉrica (la otra, si me permiten la opiniรณn, es Hasta que llegรณ su hora): โYo pertenezco a una generaciรณn que se caracteriza por el amor al cine de verdad, pero, sinceramente, sรฉ que por desgracia el cine estรก a punto de cambiar de forma radical y para siempreโ.
El cine se aproxima a completar esa mutaciรณn de la que ya nos avisara Sergio Leone, y El llanero solitario, con sus fragmentos de autoparodia a ritmo de cartoon que ademรกs explotan las caracterรญsticas mรกs obvias, fรญsicas y superficiales de esa mitificaciรณn de la realidad esencial en un gรฉnero clรกsico de Hollywood, el western, son un buen aviso de lo que nos espera.
Miguel Juan Payรกn
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