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martes, abril 23, 2024
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Entrevista con Catherine Hardwicke (directora Crepúsculo)

CREPÚSCULO

Entrevista con Catherine Hardwicke

Cuando se trata de reflejar adolescentes en la gran pantalla,
no hay nadie mejor que Catherine Hardwicke. Antigua arquitecta
y diseñadora de producción, irrumpió con
fuerza en la escena del cine independiente en 2003 con su debut
en la dirección, Thirteen 13, una espeluznante visión
de la adolescencia protagonizada por Evan Rachel Wood y Nikki
Reed, y continuó en esa línea con su homenaje al
mundo del monopatín, Los amos de Dogtown. Con su
nueva película, Crepúsculo, podría
conseguir su primer taquillazo. Basada en el arrollador bestseller
de Stephenie Meyer, sigue la trayectoria del romance imposible
entre Bella (Kristen Stewart), una adolescente difícil,
y Edward (Robert Pattinson), un vampiro moderno. El filme, que
evita los convencionalismos más habituales del género
y goza de una sorprendente profundidad emocional, consolidará
sin duda la reputación de Hardwicke entre la crítica.
También puede acabar convertido en el éxito indiscutible
de la temporada.

PARECE QUE SE HA ARMADO UN BUEN REVUELO EN TORNO A CREPÚSCULO…

Esto empieza a ser una verdadera locura, ¿verdad? Normalmente,
al hacer una película independiente, estás rogando
para que alguien, aunque sea tu abuela, vaya a ver la película
(ríe). En este caso, sin embargo, ya hay gente que quiere
verla, lo que es estupendo… Cuando empecé a trabajar
en ella, no había más que dos libros publicados,
dos de los cuatro. De eso hace ahora un año y diez meses.
No se había extendido todavía la fiebre que hay
ahora por ellos.

¿CÓMO ENTRASTE A FORMAR PARTE DE ESTE PROYECTO?

El año pasado fui jurado en el festival de Sundance
y Summit [Entertainment] se puso en contacto conmigo. Me dijeron
que les encantaba mi película, Thirteen 13, y querían
que dirigiera uno de sus proyectos. Tenían cinco guiones.
Leí cuatro de ellos y los tiré a la otra punta de
la habitación. Y entonces estaba éste
No era el guión definitivo, pero aun así resultaba
interesante. Así que leí el libro y acudí
a la reunión. Me llevé un montón de fotografías
y dibujos que había hecho y les enseñé cómo
podía ser el mundo. Lo hermoso que podía ser. Pero
también dije que tenían que coger ese guión
y tirarlo, porque teníamos que hacer que se pareciera más
al libro. Sabía que el libro tenía un carácter
único y fuerte y esa tensión sexual obsesiva, que
sería estupenda. Y eso fue lo que hicimos. Escribimos un
guión que fuera más similar al libro.

¿CUÁL CREES QUE ES EL ATRACTIVO DEL LIBRO
DE STEPHENIE MEYER?

Para empezar, esa tensión sexual que se mantiene en
todo momento pendiente de un hilo… "¿De verdad
pueden tener ese peligroso romance? ¿Puede funcionar?"
Se traduce a enamorarse del ‘chico malo’, del chico que no
es del barrio adecuado, la familia adecuada, la raza adecuada…
o, en este caso, la especie adecuada (ríe). Creo que la
idea de la inmortalidad también intriga a la gente. Es
algo sobre lo que todos nos preguntamos.

¿CÓMO FUE EL RODAJE?

A cada segundo, a cada paso, estuve implicada al 100%. El
guión, trabajando con Melissa [la guionista, Melissa Rosenberg]
para ver cómo hacer más cinematográficas
las escenas, más visuales… Y los actores. Estaba muy
interesada en Kristen [Stewart] tras verla en Hacia rutas salvajes
(Into The Wild)
. Me pareció que se salía de
la pantalla. Fui a verla a Pittsburgh, donde estaba rodando otra
película. Tenía el día libre, así
que me llevé mi cámara de vídeo e hicimos
unas cuantas escenas. Aun así, no me gusta tomar decisiones
sobre la marcha. Prefiero volver y ver tranquilamente lo grabado.
¿Cómo queda en película? ¿Cómo
queda en la pantalla? ¿Es la adecuada?
En cuanto la
vi, supe que sería una Bella estupenda… Edward, sin embargo,
fue más difícil de encontrar (ríe). Supuso
un desafío tremendo.

¿CÓMO ES ESO?

Se supone que tienes que encontrar al ‘hombre más apuesto
del mundo’. Pero no puede ser Brad Pitt, porque tiene que estar
en el instituto (ríe). Entonces, ¿quién
podría ser si no?
Supuso buscar y rebuscar e intentar
descubrir a alguien. Cuando hablé con Rob [Robert Pattinson]
en Londres, sonó interesante por teléfono. Había
visto Harry Potter, pero hacía tres o cuatro años
de eso y vete a saber qué aspecto podría tener ahora
esta persona. Voló hasta aquí, durmió en
el sofá de su agente y luego vino a mi casa, donde estábamos
Kristen y yo. Hicimos toda una serie de pruebas. Y entonces fue
cuando cobró vida. Fue entonces cuando se pudo apreciar
de verdad la química. Estas dos personas, tienen magnetismo.
Saltan chispas… Sin embargo, todavía tenía que
seguir con mi proceso. Tenía que montarlo y verlo para
comprobarlo. Porque es verdaderamente importante. Cuando vi todas
las cintas juntas, fue el mejor con diferencia.

HABÍA, SIN EMBARGO, CIERTO ESCEPTICISMO INICIAL POR
PARTE DE LOS FANS.

En un primer momento, cuando se anunció a Robert, la
gente se quedó: ‘¿Qué?’ Pero, en cuanto
empezamos a sacar fotos, cambiaron por completo de actitud y empezaron:
‘Vaya, sí que es guapo‘ (ríe).

¿QUÉ FUE LO QUE RESULTÓ MÁS
COMPLICADO DURANTE EL RODAJE?

Todos los días fueron duros en esta película.
Teníamos un calendario de rodaje muy apretado para el tipo
de película que era. Y además, Kristen era menor.
Está en todas las escenas, pero únicamente podía
trabajar cinco horas al día [por ley]. Y a eso sumas el
tiempo que hacía allí. Cuando ves Harry Potter
o El Señor de los Anillos, esas preciosas escenas
de bosque están creadas en un plató donde se pueden
controlar mejor las cosas. Nosotros no disponíamos de semejante
lujo. Tuvimos que ir al bosque de verdad, donde salía el
sol, seguido de nieve, seguido de lluvia, seguido de nuevo por
el sol… Resultó duro, pero los actores hicieron un trabajo
excelente para mantenerse concentrados.

¿ES POSIBLE QUE JUGAR AL BÉISBOL CON VAMPIROS
BAJO LA LLUVIA NO SEA TAN FÁCIL COMO PARECE?

Oh, Dios mío… El primer día no paró
de diluviar. Fue una auténtica lluvia torrencial.
Pero teníamos que rodar igualmente, porque solamente teníamos
tres días para conseguirlo. Después de cosa de una
hora, se veía el pelo… el maquillaje, corrido. Parecían
todos pollos mojados (ríe)…

HAS REDEFINIDO LA IMAGEN ICÓNICA DE LOS VAMPIROS
EN
CREPÚSCULO. ¿FUE UNA DECISIÓN
CONSCIENTE?

Si dices que vas a hacer que el libro cobre vida, bueno,
pues eso es lo que aparece en el libro. Así que eso no
supuso ningún conflicto. Y creo que eso es lo que lo hace
estupendo. Stephenie [Meyer] simplemente tenía su visión.
No era aficionada a los vampiros. No le gustaba el terror. Solamente
tuvo esa idea. Así que seguimos su idea fresca, en lugar
de rendir homenaje a las viejas películas de vampiros.
Tuvimos ocasión de hacer algo nuevo, lo que me parecía
más interesante. O sea, me encanta el Drácula
de Bram Stoker
, de Coppola, pero no quería copiar lo
que ya habían hecho otros antes.

NI TAMPOCO SACRIFICASTE LA ACCIÓN.

Era algo que quería ver. Me gusta entusiasmarme. Me
gusta que las cosas sean dinámicas. Cuando leí Crepúsculo,
sobre la marcha visualicé buena parte de la acción.
Dibujé enseguida el choque en el aire que se ve en el partido
de béisbol. Mi segundo dibujo fue del tipo que atravesaba
el suelo del estudio de danza…

¿CÓMO SE HACE PARA QUE ALGUIEN ATRAVIESE EL
SUELO EN UNA PELÍCULA?

La verdad es que sí dolió. El tipo se llevó
un buen golpe en la cabeza, he de decir. O sea, no pretendo restarle
importancia, pero también hay que decir que al día
siguiente ya estaba trabajando. ¡Porque, como todos sabemos,
los especialistas están locos! Básicamente, pones
tablas de madera de balsa. Les das la vuelta y las cortas previamente
por la parte de atrás de modo que estén ya medio
cortadas y se rompan más fácilmente. El especialista
también está acolchado. Aun así, duele, créeme.

¿CÓMO FUE TU COLABORACIÓN CON STEPHENIE
MEYER?

La conocí cuando se publicó su tercer libro.
Melissa y yo fuimos a verla a una firma de libros. Queríamos
conocer más detalles. Se mostró muy abierta y nos
contó todo tipo de cosas que se le habían ocurrido.
Cuando le enviamos el guión, recibimos anotaciones minuciosas
y trabajamos a partir de ellas. También vino cuando estábamos
de preparación. Quería ver algunas de las localizaciones,
el vestuario, los storyboards… Y entonces vino dos semanas mientras
rodábamos. que fue una colaboración.
Creo que se le había avisado de que, como escritora, no
podía esperar tener ni voz ni voto. Pero la verdad es que
yo no opinaba así. Yo sí quería contar
con su opinión. Quería tener alguien con
quien hablar… En cierto modo, me pareció que resultaría
sumamente positivo.

TUS PELÍCULAS ANTERIORES SON MUY DISTINTAS DE CREPÚSCULO,
SOBRE TODO EN CUANTO A TONO. ¿CREES QUE HAY ALGUNA SIMILITUD
ENTRE ELLAS?

Bueno, el elemento común más evidente presente
en todas ellas es que siempre hay al menos un adolescente entre
los protagonistas. Eso ya es algo común… Claro que, en
el caso de esta película, uno de nuestros adolescentes,
Edward, tiene en realidad 109 años. Pero, qué duda
cabe, he pasado de niñas adolescentes, a monopatinadores
y a vampiros, así que hay bastante variedad. Supongo que
siempre intento buscar proyectos por los que siento algo, que
me fascinen con una historia interesante o algo que no haya tenido
oportunidad de hacer. Cuando leí este libro, me pareció
locamente romántico. Es una auténtica historia de
amor de las que no tenemos ocasión de ver a menudo en cine.
Esas extravagantes comedias románticas no tienen la misma
fuerza.

¿APRENDISTE ALGO EN TUS TRABAJOS ANTERIORES QUE APLICARAS
AQUÍ?

Aprendes en el aspecto técnico. Aprendes cuántas
cosas se pueden hacer al día y cómo improvisar cuando
todo sale mal. Pero, sobre todo, he aprendido a trabajar con actores
jóvenes. Aprendes que cada uno es diferente y va a responder
de manera distinta. Con cada actor intentas descubrir qué
les ayuda a meterse en su personaje. Naturalmente, en las demás
películas, lo tenía un poco más fácil.
En Thirteen 13, teníamos a gente de verdad… En
Los amos de Dogtown, podíamos aprender a patinar
y practicar el surf al estilo de los años 70, y conocer
a las personas reales. Pero, ¿en este caso? No puedes salir
a conocer vampiros de verdad (ríe).

CREPÚSCULO TAMBIÉN TIENE UN
‘LOOK’ MUY CARACTERÍSTICO… ¿ES RESULTADO DE TU
EXPERIENCIA EN EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN?

Antes de dedicarme al diseño de producción,
era arquitecta. En arquitectura, empiezas con nada y creas una
visualización estructural. ¿Cómo voy a crear
un mundo? ¿Cómo voy a crear un edificio? Eso, trasladado
al cine significa: "¿cómo voy a crear una escena
que tenga dinámica y posibilidades para los actores?"
Intentas encontrar ese marco que permita a los actores y a la
cámara moverse y crear una dinámica más interesante.
Mi mente se ha formado así, para descubrir la forma más
dinámica de rodar algo.

¿ELABORAS STORYBOARDS DE TODAS LAS SECUENCIAS?

No. Solo preparo storyboards de las secuencias de acción
o con efectos especiales, que verdaderamente exigen una coordinación
entre muchos departamentos distintos. Por lo demás, creo
que limitan un poco.

TRES DE LAS CREADORAS CLAVE DE CREPÚSCULO
SON MUJERES: TÚ MISMA, LA NOVELISTA, STEPHENIE MEYER
Y LA GUIONISTA, MELISSA ROSENBERG. ¿CÓMO INFLUYÓ
ESO EN LA PELÍCULA?

Ninguna de las tres es seguramente una mujer estereotípicamente
femenina. O sea, ninguna de nosotras podría hacer una peli
de chicas aunque quisiéramos… Melissa es guionista de
la serie de televisión, Dexter, una serie sobre
un asesino en serie. A mí me encanta rodas secuencias de
acción y trabajar con los equipos de especialistas. Y Stephenie,
o sea, su próximo libro tiene todavía más
acción y desenfreno. Así que, no sé… Quizá
sea simplemente una cuestión de tener a las mejores personas
para cada trabajo, me parece a mí.

SE HAN CREADO MUCHAS EXPECTATIVAS EN HOLLYWOOD EN TORNO
A
CREPÚSCULO. ¿QUÉ ESPERAS
DE LA PELÍCULA?

Creo que, como cineasta, lo mejor que puedes hacer es tratar
de hacer una buena película, algo de lo que te puedas sentir
orgullosa. No obstante, intento recordarle a la gente, que hemos
hecho esta película por menos de 40 millones de dólares.
Si te fijas en Harry Potter, se gastaron más de
150 millones de dólares en hacerla. Tenían mucho
más dinero para efectos especiales y muchos más
días de rodaje. Y si comparamos simplemente los lectores
de los libros… O sea, se han vendido 18 millones de copias en
todo el mundo de los libros de Stephenie Meyer, mientras que se
han vendido 480 millones de copias de la saga de Harry
Potter. Me encanta que la gente piense que vamos a conseguir una
taquilla de ese nivel pero, en fin, es un poco (ríe)…
Vamos, crucemos los dedos. Pero me contentaré simplemente
con que a los fans les guste la película y otras personas
vayan a verla y también disfruten con ella. Ya veremos
qué pasa.


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