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sábado, julio 27, 2024
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Entrevista Quim Guitérrez nos habla de La gran familia española

Estuvimos en el set de rodaje de La Gran Familia Española, la nueva película de Daniel Sánchez Arévalo, y hablamos con Quim Gutiérrez, uno de los protagonistas, que da vida a uno de los cinco hermanos, cuyos nombres provienen de los protagonistas de Siete Bodas para Siete Hermanas, y que se reúnen para la boda del menor, una boda con triángulos amorosos, secretos familiares, comedia drama y el mundial de fútbol. Junto a la piscina, nos recibe Quim, con su carisma y su eterna sonrisa, inteligente y divertido nos habla de la película, de su director y del estado del cine español. Merece la pena saber lo que opina de todo ello.


Háblanos de tu personaje, Caleb.

Bueno es el tercer hermano de los cinco, lleva dos años fuera trabajando y vuelve para la boda de su hermano pequeño. Debo decir que Caleb es el que guarda un secreto familiar que se cuenta al final de la película y que es una dura carga la que acarrea y es lo que le lleva a irse, lo que pasa es que nadie sabe realmente lo que es. Deja a una novia, el personaje de Verónica Echegui, y a un hermano con el que tenía más relación, y a su regreso sus conflictos básicamente son con ellos dos, que ahora son pareja.


¿Estabas en el proyecto desde el principio, como suele pasar con Daniel (Sánchez Arévalo), creando el personaje y trabajando en ello?

Sí. La única pega que le puse yo es que basta ya de bodas, ¿no? (risas). Pero empiezo a entender que él no se va a casar nunca en principio y que para él es una forma de ir a bodas y organizar todo el pifostio, los canapés y tal (risas). Sí, hablamos desde el principio y lo básico era crear una tipología de personaje que no hubiésemos currado antes. Es un personaje que no tiene las emociones a flor de piel y que tiene muchos problemas para expresarlas. Me parece algo retador e interesante que no he hecho antes.


¿Hay algún reto que te propusiese Daniel que no aceptarías o no te atreverías a hacer?

Pues la verdad… Hay matices que sí que le digo “Dani, yo esto no lo veo”, pero son tonterías. La verdad es que con Dani si me lanzaría a hacer casi cualquier cosa, sobre todo si son cosas distintas. Y este personaje es muy distinto. Hombre, no me gustaría decir a cualquier cosa sí, pero sí es verdad que con él me siento… sobre todo es la seguridad que me da. Y creo que hay que hacer un esfuerzo para no dar por sentado eso, que aunque seamos amigos íntimos hay una relación profesional entre actor y director que hay que recordar. Porque luego te metes en cosas de confianza y él se pasa contigo o no te dice algo porque ya te conoce… Es el director y no hay que olvidar eso ni dar por sentado que es un director excelente y una suerte poder currar con él.


Teniendo esa relación tan cercana, ¿tú has podido elegir el papel o el papel te ha venido dado?

Cuando empezó a escribirlo y me lo propuso, un tío distinto, un poco cerrado, médico, que se cree un poco dios… Y de ahí partió y empezamos a trabajarlo.


Nos contasteis en Primos que habías probado, para hacer los diálogos más naturales, a pisaros las líneas unos a otros, interrumpiros… ¿Es algo que sigue vigente en este rodaje?

La verdad es que estamos en la primera semana de rodaje y yo tengo mi primera escena esta tarde, y no hablo hasta el día diez (risas). Pero sí es cierto que Dani tiene un estilo que permite eso y creo que lo va a hacer y que favorece al resultado. A mí personalmente es un estilo que me gusta más. Todo lo que te permita empatizar más con el personaje, perfecto. Si en la vida real hacemos eso continuamente… así que a mí sí me gusta. Y creo que lo va a hacer.


Hablas del estilo de Dani continuamente. ¿Cómo es el estilo de Daniel Sánchez Arévalo?

Qué difícil… es un estilo muy suyo. Lo piensas desde la perspectiva del actor y lo que haces es lo contrario, es buscar cosas distintas, rehuir un poco del estilo. Seguro que también tiene algo del estilo interpretativo en los actores, no lo sé. Pero sí es muy suya la forma de rodar, la forma de plantear el trabajo con los actores… Dani siempre trabaja con el mismo equipo. Yo creo que el estilo sería algo así como de familia creativa. Se rodea de gente en la que confía, que sabe cómo le va a responder. Y yo creo que cuando repites con la misma gente en parámetros de trabajo similares da resultado.


¿Qué es lo que más te gusta de ese estilo?

(Piensa un instante) La importancia que se le da al trabajo de interpretación. Es decir, hay mucho curro, como en todas las películas, mucho curro técnico, de posiciones de cámara, luces, marcas… pero cuando se rueda hay un margen para que el actor curre, esté tranquilo, esté relajado. Se da importancia a lo que haces y eso está muy bien.


¿Cuándo te vamos a ver en Todo es Silencio?

Pues no lo sé… Iba a ir para septiembre y al final lo han cambiado a octubre, pero tampoco parece que vaya a ser en esa fecha… A ver si nos va a pasar como a Manolete… y te tiras ahí seis años esperando… (risas).


¿Cómo ves el panorama del cine español, cuando la taquilla está tan débil últimamente?

Obviamente mal. Mal. La situación está jodida, pero a todos los niveles. La cultura está muy maltrecha y muy poco cuidada. No voy a tirar piedras sobre mi propio tejado, porque según lo que digas te influye directamente según en qué medio aparezca… Pero al mismo tiempo… me voy a meter en un berenjenal… (risas). Antes de hacer cine , cuando hacía televisión en Barcelona, desde fuera tenía la sensación de que todo era diferente, y entonces la taquilla daba mucho más dinero. Y cuando entré, resulta que iban a pedir dinero a las televisiones, y yo, ignorante completamente, preguntaba por qué… Lo importante de una industria es que se pueda sostener a sí misma. Eso hace que se puedan hacer películas, por un lado, porque la subvención es muy engañosa. Estamos en esa diatriba de que ¿ayudar más de la cuenta ayuda realmente o hace que nos relajemos y pensemos que da igual porque con la subvención ya tiramos? A mí me da la sensación de que siempre que una industria se va a la mierda es malo para todos, pero creo que de alguna forma nos hace plantear que el que pueda, hará las cosas lo mejor que pueda y dará lo mejor de sí mismo, sin importar la subvención, porque no habrá. Yo sólo puedo decir que yo me lo curro mucho y a veces he tenido la sensación de que no se curra igual en todos lados, y no descubro nada al decir esto. Y tenemos grandísimos profesionales en este país. Lo que nos va a quedar es que, con lo que quede de la industria, hacerlo lo mejor que podamos. El cine español no se va a acabar.

Jesús Usero.

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