Eternal, ciencia ficciรณn que empieza bien pero luego se pierde en tรณpico vehรญculo de acciรณn.
El problema de Eternal es que no hay una, sino dos pelรญculas dentro de Eternal. La que podrรญamos denominar Eternal 1 es la del principio, la mรกs interesante, la protagonizada por Ben Kingsley, que posee recursos argumentales suficientemente interesantes para haberse convertido en una propuesta capaz de conquistar a los aficionados al gรฉnero por la vรญa de la intriga, la reflexiรณn sobre la vejez, el final de los dรญas, la enfermedad, la extinciรณn, la pรฉrdida y el inagotable tema de la eterna juventud. Ademรกs esa parte estรก dominada por un actor que puede sacarle jugo a todo ello con un talento probado: Ben Kingsley. Lo mejor de la pelรญcula.
Lo malo es que en la otra esquina de esa especie de cuadrilรกtero imaginario en el que se dirime esta especie de duelo o enfrentamiento entre las dos pelรญculas que habitan dentro de esta pelรญcula encontramos a Eternal 2. Es la parte mรกs floja. La mรกs convencional. La que se empeรฑa en acumular tรณpicos. La que parece querer funcionar en una clave similar a la de la saga de Jason Bourne, pero en el fondo no pasa de ser una variante poco afortunada de las menos afortunadas correrรญas de Jean-Claude Van Damme en el cine de acciรณn. Y en eso tiene un hรกndicap: no tiene a Van Damme para que haga lucir las secuencia de acciรณn y combate cuerpo a cuerpo. El encargado del asunto es Ryan Reynolds. Y un Ryan Reynolds que ademรกs se pone en la clave interpretativa mรกs anodina y menos afortunada de Ben Affleck: desplegando cara de oveja mirando cรณmo pasa el tren.
La distancia entre Eternal 1 y Eternal 2 se va ampliando a medida que progresa esta segunda naturaleza de la pelรญcula como simplรณn vehรญculo de acciรณn, y acaba convertida en un abismo insalvable que engulle lo mejor de la propuesta, Eternal 1, y su naturaleza inicial como relato de ciencia ficciรณn para convertirse en una despersonalizada pelรญcula de puรฑetazos, patadas, tiros, mรกs tiros, mรกs puรฑetazo, mรกs patadas, un tรญo con un lanzallamasโฆ protagonizada por el que bien podrรญa ser un primo muy, pero que muy lejano de Jason Bourne, lastrado ademรกs con una historia moรฑas de familia recuperada y niรฑa que quiere recuperar a su papรก absolutamente inaguantable y capaz de empacharnos a base de turismo emocional de saldo digno de un mercadillo dominguero de melodramas de baratillo.
En ese proceso, que incluye alguna que otra secuencia de carrera persecuciรณn con automรณviles por la noche poco convincente, nos encontramos desperdiciados los mejores aportes de Ben Kingsley e incluso de un villano que merecรญa mejor destino, Matthew Goode. A la vista de lo que han hecho Alex y David Pastor en pelรญculas como Infectados y Los รบltimos dรญas, creo que la direcciรณn de Tarsem Singh no le hace ningรบn favor a su guiรณn y que en sus propias manos, el resultado habrรญa sido mejor, mรกs cercano a ese territorio Ben Kingsley que he mencionado previamente, a lo que he denominado Eternal 1.
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Miguel Juan Payรกnย
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