Crítica Fue la mano de Dios
Crítica de la película Fue la mano de Dios
La historia de cómo Paolo Sorrentino llegó a convertirse en cineasta.
El guionista y director de cine Paolo Sorrentino nos presenta esta autobiografía ficcionada transportándonos al Nápoles de los años ochenta, su ciudad natal donde se crió. Una gran historia de superación que nos muestra el momento en el que tu vida da un giro radical por un inesperado acontecimiento trágico que te deja marcado para siempre. Se produce un punto de inflexión y te hace replantearte tu futuro e ir a por lo que realmente te apasiona y es tu sueño.
El director nos muestra su historia a través de los ojos de Fabietto, un chico con una vida aparentemente normal, pero con una familia un tanto peculiar, que demuestra su pasión por el fútbol gracias a su ídolo Maradona, que empieza a jugar en el equipo de su ciudad. Es por esto que logra salvarse del trágico acontecimiento que le tenía preparado la vida, además de cambiársela para siempre y poder enfocarse en sus nuevas aficiones.
Al principio se nos presenta a la mayoría de los personajes de la familia de Fabietto, la típica y pintoresca italiana llena de tópicos, de una manera cómica en algunos casos. El espectador puede llegar a pensar que va a ver una historia divertida, pero cuando el trágico acontecimiento sucede, se vuelve todo dramático. Muchos de estos personajes se quedan a medio camino porque encajan más para la comicidad de la primera parte, que el drama de la segunda. Algunos de ellos que no tienen prácticamente importancia en un principio y no te esperas que la vayan a tener más adelante ya que son meros estereotipos, cobran en el transcurso de la historia un papel más importante para la vida del protagonista, haciéndole vivir nuevas y arriesgadas experiencias.
Hay escenas muy heavies e impactantes cuando las ves en pantalla, pero que al final cobran sentido y acaban encajando a la perfección en la historia. Ya sea para mostrar la cruda realidad de cómo pueden ser algunas situaciones o para hacer avanzar a los personajes en la trama y que encuentren muchos de ellos la manera de enfrentarse a nuevas situaciones, además de abrirse camino en el mundo por sí mismos. El hecho de que haya muchos personajes te hace perderte a la hora de identificarlos y saber quién es quién cuando los mencionan. Uno de ellos está en la mayor parte de la película demasiado sexualizado y se le trata como un objeto de deseo sexual. Puede ser por su forma de comportarse lo que le lleve a enfrentarse al destino que le depara la vida.
Cabe mencionar esa primera secuencia con las preciosas vistas italianas de los edificios tan pintorescos que caracterizan a la ciudad. Además de la escena final mientras van apareciendo los títulos de crédito, que nos deja un tiempo para reflexionar y entender el mensaje que Sorrentino nos ha querido transmitir. Puede ser un buen momento si no lo habíamos deducido antes, para entender el por qué del título que da nombre a la película.
Jesús M García
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