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Golpe de efecto ***

Golpe de efecto ***

Golpe de efecto mezcla el tono de Gran Torino con la comedia romรกntica. Clint Eastwood como siempre: grande.

Anunciรณ que se retiraba y eso no es aceptable. Clint Eastwood es uno de los directores mรกs destacados de nuestros dรญas, te guste o no su estilo. Pero ademรกs como actor es un imprescindible. Y esta pelรญcula lo demuestra nuevamente. De hecho, sin รฉl serรญa otra cosa completamente distinta, porque el principal punto a favor de Golpe de efecto es esa especie de variante del personaje que Eastwood interpretรณ en Gran Torino que comparte protagonismo con Amy Adams en una trama de espรญritu claramente telefรญlmico que sin ellos dos nos podrรญamos haber encontrado perfectamente ubicada en un melodrama de sobremesa cocinado para la pequeรฑa pantalla de esos que algunas cadenas suelen programar en el fin de semana para oprobio de los intrรฉpidos espectadores que se arriesgan a probar suerte con ese tipo de productos.

Lo que ocurre es que Eastwood saca ademรกs el mรกximo jugo a los chistes mรกs destacados de un guiรณn que es bastante potable cuando pasea el cinismo del personaje ante la edad, pero no tanto cuando se mete a desarrollar la trama romรกntica entre la joven hija del protagonista y un pretendiente interpretado por el cantante Justin Timberlake, que se las apaรฑa moderadamente bien como galรกn previsible pero como actor tiene un registro algo limitado, si exceptuamos ese gesto sardรณnico a lo Quentin Tarantino que emplea cada vez que su personaje tiene que sonreรญr y que inevitablemente me recuerda al director de Reservoir Dogs explicando quรฉ significa realmente el tema Like a Virgin de Madonna, ya saben ustedes, aquello de Charles Bronson ejerciendo de gran taladrador y tal.

Eastwood puede darle una patada a una mesa y soltar un taco, puede soltarle una chorrada a un tipo al que va a pegar en un bar, o te puede explicar lo que es el estilo Feng-chungo mejor que cualquier otro actor del cine americano de su generaciรณn. No tiene competencia. Es รบnico. Un tesoro para quienes vamos al cine esperando evadirnos y divertirnos. Y asรญ lo ha sido desde hace dรฉcadas, de manera que toda esa trayectoria encima trabaja a su favor cuando compone personajes como รฉste, que inevitablemente tienen algo de tรณpicos, pero tambiรฉn mucho de verdad y una carga mรญtica de historia del cine que viene muy bien para adornar a estos viejos gruรฑones en el ocaso de la vida que intentan mantenerse a flote en un mundo empeรฑado en pasarles por encima a golpe de ratรณn de ordenador.

Eastwood se estรก dando el lujo de hacer lo que no pudieron hacer de manera tan drรกstica un mito clรกsico del cine de acciรณn como John Wayne, por ejemplo: se autoparodia, se rรญe de su propia imagen como Harry โ€œel Sucioโ€ Callahan o cualquier otro tipo duro que haya interpretado ante las cรกmaras. Y al hacerlo, sorpresa: engrandece aรบn mรกs su imagen como icono de los tipos duros, pero al mismo tiempo se vuelve cada vez mรกs cercano, mรกs humano. Un ejemplo: el comienzo de esta pelรญcula, con Eastwood hablando airadamente con sus genitales en la micciรณn difรญcil de la maรฑana como si le estuviera diciendo al delincuente de turno aquello que decรญa Harry el Sucio: โ€œAnda, alรฉgrame el dรญaโ€.

Wayne se tomaba demasiado en serio su papel como icono cinematogrรกfico para arriesgarse a ese juego. Eastwood no tiene problema con ello, como en su momento no tuvo problema en arriesgarse a romper esa misma imagen por el camino de lo romรกntico protagonizando Los puentes de Madison y como en su primera pelรญcula como director Escalofrรญo en la noche, tampoco tuvo problema en llevarle la contraria a su personificaciรณn del hรฉroe de acciรณn interpretando a un locutor de radio acosado y asustado por la persecuciรณn de una seguidora perturbada.

Sรณlo รฉl puede hacer esas cosas y que encima nos resulten tan divertidas como entraรฑables y cercanas.

Asรญ que no es extraรฑo que Golpe de efecto se edifique en torno a su imagen como โ€œabuelete gruรฑรณnโ€, que tan buenos resultados comerciales dio en Gran Torino y tan bien aceptada fue por el pรบblico.

Garantizada esa fรณrmula, y destacando la excelente quรญmica que tiene el dรบo formado por Eastwood y Amy Adams, hay que aclarar que lo mรกs flojo de la pelรญcula es esa historia de amor totalmente previsible y anodina que repasa todos los tรณpicos de este tipo de tramas y resta metraje a lo realmente interesante de la historia, que es la relaciรณn de padre e hija.

Por otra parte, en esta relaciรณn parece darse un paulatino fenรณmeno de contagio del aire tรณpico que preside la parte romรกntica de la trama, de manera que se intenta justificar el abandono del padre de la hija cargando las tintas en un flashback bastante artificial, tanto en lo visual como en lo dramรกtico. Muy forzado. Casi tanto como ese final de caramelo, que sin embargo le perdonamos como espectadores porque los personajes de padre e hija nos caen tan bien que queremos que salgan del asunto lo mรกs enteros y triunfantes posibles. Pero eso no evita que el giro final de la trama deportiva propiamente dicha, ese duelo entre el lanzador y el bateador, resulte demasiado obvia, artificial, de postal, sacando lo peor y mรกs melodramรกtico de las historias deportivas legendarias y โ€œde cineโ€ que tanto gustan al espectador medio norteamericano en el cine y que en este caso tiran ademรกs de lo polรญticamente tramposo, mรกs que de lo polรญticamente correcto.

Hay que decir no obstante que esa parte de artificio de la trama tiene a su favor la mรกxima sencillez que aplica a la construcciรณn de tรณpicos: el โ€œvillanoโ€ antagonista hace un comentario procaz, fuera de tono, sobre la relaciรณn de padre e hija que no podemos tolerarle porque plantea no sรณlo el tabรบ del incesto, sino un ataque a la virilidad del anciano hรฉroe, y automรกticamente le odiamos. El niรฑato aspirante a estrella del bรฉisbol estรก caracterizado como el tรญpico matรณn de instituto (o para el caso de equipo juvenil) pagado de sรญ mismo cuyo objetivo es acostarse con las protagonistas de la serie Mujeres desesperadas porque dice ser suficientemente maduro para interesarse por mujeres maduras, frente al noble latino que ayuda y obedece a su madre y cuida de su hermanito. Y en lo referido a lo romรกntico la historia gira en torno una fantasรญa paternalista segรบn la cual el padre le busca a su hija el mejor marido posible, que inevitablemente es alguien de su misma profesiรณn, o lo que es lo mismo: una versiรณn mรกs joven de sรญ mismo. Es el candidato que le parece puede hacerla feliz frente al pretendiente abogado, que sรณlo servirรญa para โ€œmantenerlaโ€.

Todo ello son tรณpicos, pero al mismo tiempo es un buen ejercicio de manipulaciรณn del espectador siguiendo fรณrmulas argumentales de probada eficacia para contar historias que en el fondo el espectador medio acepta de buen grado, especialmente si se desarrollan con cierta fluidez, como es el caso en Golpe de efecto.

De manera que la pelรญcula queda perfectamente definida por su tรญtulo: es un entretenido golpe de efecto con un Clint Eastwood como siempre: grande. Asรญ que incluso con sus tรณpicos, esta comedia dramรกtica es un buen producto de evasiรณn sin complicaciones.

Miguel Juan Payรกn

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