Y en este momento me juego el sueldo a que más de uno se pregunta “¿era necesario?”. No sólo porque la película dejó a la mayoría del público totalmente indiferente, pese a su curioso reparto encabezado por Aaron Paul, Dominic Cooper y, sobre todo, Imogen Poots. La película recaudó 200 millones en todo el mundo con un presupuesto de apenas 66 millones de dólares, lo que la hizo rentable, pero con un resultado muy decepcionante en el mercado americano. Pero los coches parecen seguir vendiendo y los productores creen tener la clave para que la película sea un éxito aún mayor que la anterior, al menos en el mercado internacional. Need for Speed 2 es ya un proyecto en firme, según anuncia Variety, que se rodará en Asia en su mayor parte y contará con un reparto internacional con varias estrellas chinas en el mismo, aunque todavía es pronto para saber si Aaron Paul volverá para la secuela. La idea es empezar a rodar a finales de año.
Y digo la idea porque, pese a que el proyecto está en marcha por parte de Electronic Arts (la responsable de la franquicia de videojuegos en la que se inspira la película), China Movie Channel Programme Centre, Jiaflix Enterprises y 1905 Pictures, lo que le da más peso a la parte asiática de la producción. Pero los derechos cinematográficos de Need for Speed son propiedad de Dreamworks y para que la secuela tenga finalmente lugar, hay que llegar a un acuerdo con la productora, algo que, pese a que el proyecto sigue adelante, no ha tenido lugar todavía. Lo que queda claro es que los productores ni piensan ya en el mercado americano y se lanzan por completo a conquistar China y el mercado asiático, algo que ha dado enormes beneficios ya a películas como Transformers 4 y Pacific Rim.
Jesús Usero
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