Crítica de la película Hellboy
Buen regreso del personaje, aunque lejos de ser perfecto.
La película llega a España con un mes de diferencia respecto al resto del mundo, y muchos ya habéis leído muchas cosas al respecto, no todas buenas, o la mayoría nada buenas. Se ha sido, creo, injusto con la película, sobre todo comparándola con las dos anteriores de Guillermo del Toro, y no se pueden comparar. No, esta nueva versión no está al nivel que aquellas, pero tampoco lo busca. Su director, Neil Marshall, es lo que se llama un artesano, excelente en la serie B y el cine de género, pero sin la imaginería visual del cineasta mexicano. No pasa nada. No hay que hacer sangre con eso. La nueva película es una serie B, sencilla, divertida, sangrienta y directa. Y que homenajea a las dos películas anteriores.
El regreso de la poderosa Nimue, La Reina de Sangre, es lo que lleva a Hellboy a Inglaterra para enfrentarse a un mal que podría acabar con toda la humanidad y traer el infierno en la Tierra, y lo que hace que el propio Hellboy se plantee en qué bando debería luchar, quién es su amigo y quién no, y hacia dónde se dirige su destino, si a salvar el mundo o a destruirlo. Por el camino eso nos hace aprender algo más sobre los padres del propio Hellboy, los biológicos, algo que en cine no se había tratado todavía, y que hace al personaje un poquito más complejo, más interesante. Con más aristas.
Por supuesto gran parte de que el nuevo Hellboy aguante el tipo reside en David Harbour, un actor que muchos consideran un secundario de lujo, pero que en series como The Newsroom o, sobre todo, Stranger Things, ha demostrado que tiene suficiente carisma como para ponerse al frente de una pequeña locura como esta. Y pese al maquillaje y las prótesis, se reconoce al actor por la voz, por algunos gestos. Es Hellboy, pero es un nuevo Hellboy que brilla con fuerza y que se acompaña de nombres como Ian McShane o Milla Jovovich, que, honestamente, es más interesante que el villano de Hellboy II por ejemplo, aunque vaya acompañada de un personaje que parece sacado de una película de las Tortugas Ninja…
Neil Marshall sabe cómo componer una película con tintes de épica, aunque no llegue a la brillantez visual de Guillermo del Toro. Hay momentos maravillosos, como la casa de Baba Yaga, o el final en la Iglesia, pero a la hora de la verdad, se le notan las costuras y el tercer acto es atropellado y sin mucho sentido hasta el final, debido a la aparición de personajes que surgen de ninguna parte, o al ritmo demasiado acelerado y sin rumbo. Remonta en el final, y antes nos brinda momentos como la pelea con los gigantes o la sociedad secreta británica, además de varios homenajes a del Toro (el inicio en México, el diseño de varias criaturas, desde las hadas a los grandes monstruos finales…). No, no es perfecta y esa caída en picado del ritmo le hace daño. Pero es sangrienta, gore por momentos, y es divertida, y tiene un gran Hellboy. Es serie B, con su presupuesto y sus rodajes apurados, y como tal debe ser juzgada y valorada. Con el mismo cariño que se ha hecho. Una buena película de fantasía y acción.
Jesús Usero
Comenta que que ha parecido este artículo en nuestro grupo Amigos de AccionCine en Telegram o simplemente para charlar de cine entre amigos
COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK
★
