Invasor, cine de intriga potente y espaรฑol para animar la cartelera en el รบltimo tramo del aรฑo.
Daniel Calparsoro es uno de los directores espaรฑoles que mejor se las entiende con los gรฉneros, como demuestra una filmografรญa en la que ha ido recorriendo distintas variantes genรฉricas evolucionando desde unas claves de cine mรกs independiente y personal en Salto al vacรญo, Pasajes, A ciegas o Asfalto, hasta llegar a perfilar proyectos mรกs comerciales como Guerreros, Ausentes o esta Invasor. En cualquiera de esas dos fases de su filmografรญa siempre ha conseguido engancharnos a sus historias desde un tratamiento de los gรฉneros cinematogrรกficos sin ningรบn tipo de complejos. De hecho Invasor podrรญa medirse en igualdad de condiciones con cualquier producciรณn anglosajona del mismo gรฉnero, y batirรญa a muchas de las que nos llegan del otro lado del atlรกntico en el territorio que mejor rendimiento suele producir en las producciones espaรฑolas, el trabajo de los actores y el desarrollo mรกs verosรญmil de personajes y situaciones. Por ello en el caso de las construcciones genรฉricas de Calparsoro cabe hablar mรกs de โpersonasโ que de personajes, o de que los personajes acaban convirtiรฉndose en personas merced a un trabajo bastante notable de y con los actores. Especialmente me quedo en esta ocasiรณn con el trabajo de Antonio de la Torre, que completa este aรฑo un doblete de trabajos notables con รฉste papel y el que hace en Grupo 7, y Karra Elejalde, que ha creado los dos personajes mรกs siniestros del cine espaรฑol de este aรฑo, el sicario Baza en Invasor y Don Eladio en Miel de naranjas. Dos personajes de antagonista totalmente distintos pero igualmente inquietantes, tanto mรกs inquietantes porque Elejalde los reviste de una humanidad espontรกnea que les convierte en mucho mรกs cercanos y posibles para el pรบblico, llevando la amenaza hasta el patio de butacas.
Si no veo a estos dos actores entre los nominados a los Goya de este aรฑo, me borro de perder el tiempo hablando de esos premios.
Asรญ de claro.
Junto con estos mimbres, el cesto de Invasor tiene a su favor un arranque de cine de acciรณn bรฉlica con despliegue visual que Calparsoro domina, como ya demostrรณ sobradamente en Guerreros. Es una buena entrada a la parte mรกs centrada en la intriga que acaba marcando el ritmo del relato con algunos flashbacks de retorno al frente que mantienen la acciรณn como elemento presente en la pelรญcula, hasta que los acontecimientos del presente se precipitan en grado suficiente para tomar el relevo del dinamismo trepidante que preside esta historia de conspiraciรณn y persecuciรณn. Es posiblemente la potencia de ese arranque y de su reiterada presencia en el relato lo que hace que se me quede algo mรกs floja la parte de vida familiar del protagonista. No tanto por el trabajo de los actores en esa parcela, en la que la presencia de Inma Cuesta ha logrado hacerme pensar que en Grupo 7 deberรญan haber incluido mรกs metraje a su papel. Lo que en mi opiniรณn ocurre en esa parcela familiar de la vida del protagonista es que inevitablemente resulta menos interesante que la parte de acciรณn bรฉlica en el frente y de conspiraciรณn en la vida civil. Por ejemplo la relaciรณn entre los personajes de Alberto Ammann e Inma Cuesta, asรญ como con la niรฑa, estรก demasiado limitada por el tรณpico no da tanto juego ni es tan interesante como el vรญnculo que une a los personajes de Ammann y Antonio de la Torre, lo cual es lรณgico, porque รฉsta รบltima pertenece plenamente a las otras dos parcelas dominantes en la trama. Asรญ, la vida hogareรฑa se reduce a ser un recurso de segunda fila para llevar el argumento hasta el punto de ruptura del desenlace. Pero creo que el papel de personajes de paja, marionetas en la trama de conspiraciรณn, de la esposa y la hija, es demasiado evidente y queda excesivamente limitado.
Afortunadamente la coherencia del final con el resto de lo narrado, con el desenlace inevitable para el personaje, salva parte de los muebles en esa especie de reconstrucciรณn del orden tras el caos que le quita parte de garra al epรญlogo, demasiado โfelizโ para la gravedad de los asuntos que se nos han ido narrando en la pelรญcula. Entiendo que es un recurso inevitable cerrar la trama con la idea de que la justicia puede imponerse, porque asรญ lo requiere el viaje del hรฉroe de esta historia, pero en mi opiniรณn, que no tiene por quรฉ ser compartida por los lectores de este comentario, ni por el pรบblico en general, y que con seguridad no comparten los artรญfices del filme, porque en ese caso lo habrรญan rematado de otro modo, a estos argumentos sin salida siempre les sienta narrativamente mucho mejor un desenlace mรกs desgarrador e incluso trรกgico.
Sea como fuere, creo que Invasor es una buena propuesta de cine de intriga y conspiraciรณn, en el marco de los buenos resultados que estรก arrojando a la cartelera el cine espaรฑol en esta รบltima parte del aรฑo.
Miguel Juan Payรกn.
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