La entrega: intriga de calidad que devuelve al cine matices perdidos. Brillantes James Gandolfini y Tom Hardy.
Aparentemente no estรก ocurriendo nada, pero en realidad estรกn ocurriendo muchas cosas y la violencia estรก ahรญ en todo momento, acechando como una amenaza cierta que mรกs tarde o mรกs temprano va a hacer su apariciรณn. La violencia se oculta bajo esa inquietante e incluso crispante calma cotidiana que preside este relato de criminalidad urbana capaz de devolverle al cine de intriga todo su verdadero significado, sin trucos gratuitos, con una solidez narrativa impecable. Todo lo importante ocurre en planos medios y primeros planos. Lo interesante estรก en las miradas del gran James Gandolfini, en la capacidad de Tom Hardy para mantener un primer plano y hacer de cada una de su rรฉplicas una escuela de interpretaciรณn. Lo interesante es que Noomi Rapace consiga que nos enganchemos sentimentalmente a su personaje trabajando desde las propuestas de muรฑecas Barbie que suele proponernos Hollywood. Dicho sea de paso, no he podido evitar que el rollete que se trae Bob, el personaje de Hardy, con Nadia, el personaje de Rapace,ย me recuerde en algunos momentos el del personaje de Sylvester Stallone y con el de Talia Shire en Rockyโฆ Una relaciรณn sentimental creรญble, grata sorpresa en el empalagosamente almibarado, tรณpicamente castrado y narrativamente formulista cine romรกntico que nos viene enchufando Hollywood en los รบltimos tiempos. Sรณlo por el trabajo de Gandolfini y de Hardy, y por la increรญble quรญmica que tienen los dos en la pantalla ya merece la pena ver esta pelรญcula que trata lo criminal y lo sangriento con tintes cotidianos, cosas de la vida diaria. Junto con esos dos personajes, el de Gandolfini mรกs en su lรญnea habitual, brillante, pero sin sorpresas, el de Tom Hardy muy interesante porque juega con la sobriedad y con lo que no muestra, en un mundo y un cine como el actual, donde todo es epidรฉrmico, externo, superficial, poco creรญble. El Bob que construye Hardy es una de las criaturas mรกs complejas que he visto en el cine, a caballo entre el antihรฉroe y el villano menos previsible de la narrativa criminal. Una bomba a punto de estallar que sostiene sobre los hombros del actor toda la tensiรณn de una dramaturgia basada en los pequeรฑos detalles, sin subrayados visuales, con gestos minimalistas. Esa misma estrategia se aplica al tratamiento de la violencia que recorre las venas de la pelรญcula. El director trabaja cuidadosamente ese aspecto. La violencia estรก fuera de plano o en elipsis durante todo el relato, pero tiene una poderosa presencia en el mismo. Ejemplos: las seรฑales en el cuello del personaje de Noomi Rapace, su diรกlogo recordando lo ocurrido con su รบltima pareja. Las huellas del maltrato en el perro. La soterrada amenaza que impregna cada frase y cada movimiento de los mafiosos chechenos. La leyenda urbana sobre el asesinato de Glory Days. El contenido de la bolsa de basura colgada con el espumillรณn navideรฑo. La violencia en las palabras de todos los personajes. Una violencia verbal. Ese trabajo de exposiciรณn de la violencia sugerida para que sea construida y temida por el pรบblico se complementa con una exposiciรณn seca de la violencia que estalla en momentos puntuales, sin regodeo, eficaz, tajante, irreversible, terrible.
En cuanto al final, reparen en cรณmo se desarrolla realmente, lo que se nos muestra y lo que no, lo que se nos deja imaginar: ยฟocurre realmente lo que creemos que ocurre? ยฟPor quรฉ impone el director esa especie de retraso o parรฉntesis en el tiempo para que ella vuelva por la esquina? ยฟEstamos viendo lo que creemos que vemos o estamos viendo lo que el protagonista cree que ve? Ese juego con el desenlace es la mejor muestra de que estamos ante una de las mejores pelรญculas del aรฑo, que es tambiรฉn una de las mรกs inteligentes y consecuentemente una de las que mรกs respeta al espectador.
Miguel Juan Payรกn
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