fbpx
AccionCine tu revista de cine y series
10.5 C
Madrid
viernes, abril 19, 2024
PUBLICIDAD

La última bandera ★★★★

La última bandera ★★★★Richard Linklater elabora una emotiva road movie, sobre los efectos de las tragedias provocadas por los gobiernos irresponsables. Una cinta en la que es posible localizar momentos de auténtica pasión existencial.

Tres antiguos combatientes de la Guerra de Vietnam que deambulan por el mundo, mirando continuamente por el espejo retrovisor de sus respectivas vidas, son los pilares humanos en los que Richard Linklater sustenta este inteligente análisis del pasado y el presente (identificado en el film con la invasión de Irak) en el país de las barras y estrellas.

Como si hilara con la singular aguja de los bucles que se repiten en la Historia, el responsable de Boyhood consigue unir las sensaciones amargas extraídas de la Guerra de Vietnam, con la inoperante y sangrienta acción del Golfo; con independencia de las décadas que separan cada una de las contiendas. Y el fruto de ello es la composición de una galería de personajes huérfanos de los sueños redentores propugnados por los políticos, que pasean su descontento por una nación incapaz de prestar atención a los doloridos militares que arriesgaron su integridad por intereses ocultos a ellos mismos.




Linklater abre el argumento con el reencuentro de Larry “Doc” Shpepherd (a quien encarna con determinación y profundidad el brillante Steve Carell) con sus viejos compañeros de armas: Sal Nealon (Bryan Cranston) y el reverendo Richard Mueller (Laurence Fishburne). El motivo de esta unión no es el otro que el del entierro del hijo de Doc: muerto en un altercado en Irak, cuando el joven cumplía servicio en el cuerpo de marines.

La sinrazón de la pérdida asume rápidamente el absoluto protagonismo en el guion, desde que Shepherd desvela el propósito de pedir a sus colegas que le acompañen a recoger el ataúd de su vástago. Pero ese tema no es presentado con tintes trágicos ni especialmente dramáticos, sino con la intención de destapar la incongruencia de la maquinaria bélica en USA: tan alocada e incomprensible en Vietnam como en el Golfo.

Envueltos en una travesía larga y determinante, hasta el cementerio donde el dolido padre quiere que descansen los restos de su heredero; los tres veteranos refrescan un tiempo pasado, que no dista mucho del que perciben en el tecnológico siglo XXI, como si todos estuvieran metidos dentro de una nebulosa de engaños, que se cubren con el poder de las banderas mediáticas.

Ante semejante material fílmico, no es de extrañar que Richard Linklater haya accedido a adaptar la homónima novela de Darryl Ponicsan: un relato brillante en sus descripciones y sus escenas corales, en el que subyace la llama de las preguntas sin respuesta para los caídos y los supervivientes en las zonas de guerra.

Pese a que en algunos momentos la odisea de los tres héroes anónimos puede quedar un tanto deslustrada por demasiado reiterativa u opaca, la fuerza de la tesis central mantiene en alto el mensaje y la reflexión. Algo que ayudan a nutrir con sus excelentes caracterizaciones los creíbles Bryan Cranston (quien destaca por la versión salvaje e irreductible que desprende su papel), Steve Carell y Laurence Fishburne.

Jesús Martín


COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK

©accioncine


Jesús Martín
Soy un auténtico apasionado de las películas que despiertan la imaginación

AccionCine - Últimos números

Paypal

SUSCRÍBETE - PAGA 10 Y RECIBE 12 REVISTAS AL AÑO

Artículos relacionados

PUBLICIDAD

Últimos artículos