No es la primera vez que un director de cine ve como su muy correcta รณpera prima es descubierta cuando su segunda pelรญcula se convierte en un รฉxito. Es entonces cuando el espectador seducido por ese segundo trabajo indaga en la filmografรญa del responsable, y descubre que el talento demostrado ahora estaba ya presente en su debut, en esa pequeรฑa pelรญcula que en su momento pasรณ desapercibida o que, en muchas ocasiones, ni siquiera tuvo un estreno en las salas de cine, sino que fue directamente al mercado del vรญdeo o dvd.
Algo parecido ocurriรณ, sin ir mรกs lejos, con el responsable de la saga cinematogrรกfica mรกs famosa de la historia del cine. George Lucas se convirtiรณ en leyenda con Star Wars, en 1977, y, aunque su anterior pelรญcula American Graffiti habรญa sido un moderado รฉxito y habรญa recibido cinco nominaciones al los รscar en 1974, muchos fueron los que rescataron del olvido la perturbadora THX 1138, una pelรญcula de ciencia ficciรณn sencilla, minimalista y que sin duda apuntaba las intenciones cinematogrรกficas de quien pocos aรฑos despuรฉs nos regalarรญa la space opera mรกs maravillosa del cine.
En 1995 el reputado director Richard Donner estrenaba Asesinos, una pelรญcula que en nuestro paรญs alcanzรณ una notable repercusiรณn al tratarse de la primera producciรณn ambiciosa que nuestro Antonio Banderas rodaba en Hollywood. Se trataba de una cinta de acciรณn en la que Sylvester Stallone mantenรญa un intenso duelo con Banderas, los dos como asesinos profesionales que se vendรญan al mejor postor. La cinta se alejaba de estos productos de tiros al uso, y presentaba una historia mรกs trabajada e interesante que la mayor parte de obras semejantes. No fue un taquillazo, pero la crรญtica, la misma que habitualmente destroza cualquier propuesta de este tipo, destacรณ el intento de la pelรญcula por sacudirse los estereotipos y clichรฉs mรกs manidos.
Detrรกs del guiรณn de Asesinos se encontraban dos hermanos, Andy y Larry Wachowski, quienes habรญan debutado con el libreto. Su tercer guiรณn se convirtiรณ en una de las pelรญculas mรกs rompedoras, taquilleras y recordadas de la historia, y ellos serรญan los encargados de dirigirla, pero antes debutaron en la direcciรณn con un proyecto muy diferente. Si Matrix era ambiciosa y se adscribรญa a las movedizas arenas de la ciencia ficciรณn, Lazos Ardientes era una novedosa vuelta de tuerca al cine negro mรกs seductor, casi una versiรณn moderna de las aventuras de Sam Spade o de Phillip Marlowe, aunque, eso sรญ, con ingredientes suficientes para alejarse de todo convencionalismo, empezando, cรณmo no, por una pareja de protagonistas rompedora y capaz de transmitir un magnetismo inolvidable.
Efectivamente, antes de Matrix los hermanos Wachowski fueron responsables de una de las pelรญculas mรกs injustamente ninguneadas e infravaloradas de los รบltimos tiempos. Y dicha falta de consideraciรณn hacia la pelรญcula no se deriva de las malas opiniones, sino de un motivo mucho mรกs evidente y comprensible: muy poca gente la vio. Lazos Ardientes se estrenรณ en los Estados Unidos el 4 de octubre de 1996, el mismo aรฑo en el que tres blockbusters irrumpieron en la taquilla con fiereza: Independence Day, Twister y Misiรณn Imposible impidieron cualquier incursiรณn en el box office, aunque, realmente las intenciones de los hermanos no eran liderar semejante clasificaciรณn. Eso lo aplazarรญan unos aรฑos. Con Lazos Ardientes trataron, simplemente, de aprender un oficio, de aรฑadir a su condiciรณn de guionistas la de cineastas. Y realmente aprendieron rรกpido, vistos los excelentes resultados artรญsticos de su รณpera prima.
Bound, que asรญ es el tรญtulo original de la pelรญcula, es un thriller en el que tristemente la รบnica escena de sexo terminรณ por eclipsar las muchas virtudes de la obra. Cierto es que en Espaรฑa el tรญtulo no ayudรณ, ya que esos lazos ardientes y el sensual pรณster desviaron la atenciรณn y convirtieron a la pelรญcula en un producto poco atractivo, algo asรญ como un telefilm al que se habรญan agregado unas connotaciones sexuales para atraer al espectador menos exigente. A ello contribuyรณ, ademรกs, el hecho de que ningรบn gran estudio estuviese detrรกs de la cinta, y que el prolรญfico Dino de Laurentiis desechรณ cualquier posibilidad de promocionarla como se hubiese merecido.
Y con semejante falta de pretensiones se presentรณ la pelรญcula en los cines. Los pocos que la vimos disfrutamos de una historia que sorprendรญa por su falta de pudor, su trama sorprendente y el espรญritu de film noir que destilaba. Mezclaba el suspense con el cine de mafiosos, y contaba como mayor atractivo con un reparto tan efectivo como ajustado a los papeles. Gina Gershon, Jennifer Tilly y Joe Pantoliano conformaron un trรญo memorable, en el que los tres sobresalรญan por igual, y sin duda, podemos afirmar que sus trabajos son los mejores en sus carreras, teniendo en cuenta que ninguno de los tres ha logrado convertirse en una estrella destacada. Pero sus roles en Lazos Ardientes no son los menos malos de sus carreras, sino la demostraciรณn de que a veces los buenos actores no sรณlo dependen de su talento, sino de la capacidad para escoger bien, o, simplemente de estar en el lugar adecuado en el momento indicado.
Corky (Gershon) es una ladrona profesional, ex – convicta, solitaria y desconfiada, que se muda a un bloque de apartamentos en donde conoce a Violet (Tilly), novia de un mafioso. Las dos chicas inician una relaciรณn que las llevarรก de la pasiรณn al gran golpe, al planear el robo de parte de la fortuna manchada de sangre que Cรฉsar, el mafioso encarnado por Joe Pantoliano, guarda en una caja fuerte de su apartamento.
Pocos personajes, pocas localizaciones y una sensaciรณn de austeridad tรญpica de las primeras pelรญculas, cuando el dinero no abunda y ningรบn productor invierte grandes cantidades por muy prometedoras que sean las intenciones de los debutantes. Los Wachowski ofrecieron un guiรณn ajustado, coherente y emocionante, y sรณlo su inexperiencia como directores podrรญa echar el freno al encargado de la financiaciรณn. Pero Lazos Ardientes pronto se revelรณ como un proyecto sin fisuras, porque los hermanos trasladaron su magnรญfico guiรณn a la pantalla como si de un curtido cineasta se tratara, logrando eso tan difรญcil y que en muchas ocasiones distingue a los grandes de los mediocres: la atmรณsfera, la sensaciรณn de que una pelรญcula te atrapa y de que sientes el humo de los cigarrillos y el sabor de las cervezas que las chicas fuman y beben mientras dan forma a su plan.
Precisamente esa atmรณsfera de cine negro es la gran baza de los Wachowski como narradores. Son capaces de presentarnos a dos lesbianas como la tรญpica pareja envuelta en las historias de ambiciรณn, pasiรณn y corrupciรณn que popularizaron Dashiel Hammett o Raymond Chandler. Que nadie busque en Lazos Ardientes las tramas rebuscadas y por momentos confusas de los maestros del gรฉnero. La pelรญcula es mucho mรกs directa y sencilla, y se aprovecha de los interesantes personajes encarnados por dos chicas que hubiesen merecido mucha mรกs relevancia.
Gina Gershon venรญa de interpretar a una ambiciosa lesbiana en la polรฉmica Showgirls, la cinta con la que Paul Verhoeven y su guionista Joe Estherzas trataron de seguir alimentando el morbo tras triunfar con Instinto Bรกsico. No le importรณ repetir con un personaje homosexual, algo que todos le agradeceremos eternamente. Logrรณ componer una interpretaciรณn magnรญfica, una chica infinitamente alejada de la Cristal de Showgirls, y el perfecto contrapunto a la ingenuidad de Violet. Gershon nunca desarrollรณ una prolรญfica carrera en el cine, aunque pudimos verla en alguna ambiciosa producciรณn como la genial Cara a Cara, de John Woo. La televisiรณn ha sido en los รบltimos tiempos el medio en el que mรกs ha trabajado, y a mi me sedujo especialmente su voz como Catwoman en la serie animada The Batman.
Jennifer Tilly era el complemento ideal. La sobriedad y racionalidad de la Corky encarnada por Gina Gershon encontrรณ en la Violet de Tilly a su antรญtesis necesaria para que la pelรญcula funcionase. Violet era una chica inocente, ingenua, casi bobalicona, aspectos que en parte se repiten en alguno de los papeles mรกs destacados de su filmografรญa, como la Tiffany de La Novia de Chucky o la Olive de Balas sobre Broadway, sin duda su mejor trabajo, por el que fue nominada al รscar a la mejor actriz de reparto en 1995. Su peculiar y voluptuoso fรญsico ayudรณ, sin duda, al encasillamiento de la actriz en esos papeles de chica tonta.
Joe Pantoliano compuso, por su parte, un extraordinario villano, un mafioso que ve tambalearse en su status por culpa de su novia y la amante de รฉsta, lo que le llevarรก a la mรกs absoluta esquizofrenia. Pantoliano fue el รบnico del reparto de Lazos Ardientes que repitiรณ con los hermanos, quienes le adjudicaron el decisivo papel de Cypher en Matrix. Su talento tampoco ha obtenido el merecido reconocimiento, aunque fue contratado por el gran Christopher Nolan en la estupenda Memento.
Historia, reparto y direcciรณn fueron los tres ingredientes decisivos para que Lazos Ardientes se convirtiese en una buena pelรญcula. No es una obra maestra, y probablemente quien esto escribe se deje llevar por su predilecciรณn por el gรฉnero negro, ya sea en forma de pelรญcula o novela. Tampoco descarto la posibilidad de que mรกs de uno se lleve una decepciรณn si decide verla tras leer este artรญculo, pero estoy seguro de que se trata de una pelรญcula injustamente considerada. Es cierto que Matrix hubiese eclipsado a cualquier pelรญcula anterior de los Wachowski, teniendo en cuenta lo que supuso de revoluciรณn tรฉcnica y de replanteamiento de los postulados fundamentales de la ciencia ficciรณn. Pero si repasamos la carrera de los hermanos comprobaremos que es su segunda mejor obra, en dura competencia con Matrix, teniendo en cuenta lo horrendas que eran las dos secuelas de รฉsta y el desastre que fue Speed Racer.
Han pasado catorce aรฑos desde el estreno de Lazos Ardientes, y muchas cosas han cambiado en las vidas y en las carreras de los hermanos Wachowski. Se convirtieron en los cineastas mรกs importantes de Hollywood tras la repercusiรณn de Matrix, y Larry se ha cambiado de sexo, pasando a llamarse Lana. Puede que el desmedido รฉxito haya pasado factura en las mentes de dos tipos que conquistaron al sistema y que ahora son vรญctimas del egocentrismo. Pero debemos de confiar en el talento de unos cineastas que fueron capaces de crear dos maravillas tan distintas como esas dos primeras pelรญculas. Si la segunda es un hito en la historia de la ciencia ficcรณn, la segunda es una pequeรฑa joya oculta…
Si querรฉis disfrutar del mejor thriller, del suspense y la pasiรณn de los bajos fondos, ved Lazos Ardientes, y a quien no le guste, que me sacuda con sus comentarios, que serรกn bien recibidos.