Simpática comedia gamberra donde las madres son las protagonistas. Y esa es la principal clave de la película. Ni maridos, ni novios, ni amantes, ni los hijos. Las madres y sus vidas estresantes, agotadoras, que las convierten en auténticas heroínas del día a día, son las protagonistas de verdad de esta película que, entre chiste y chiste, gamberrada y gamberrada, nos muestra cuánto tenemos olvidados a esos personajes indispensables en nuestras vidas a los que no les demostramos lo suficientemente a menudo lo que importan. Así que, aquí, deciden tomarse una merecida venganza con un reparto lleno de rostros muy dotados para la comedia como Mila Kunis, Kristen Bell, Kathryn Hahn o Christina Applegate y otras que nos sorprenderán muy gratamente como Jada Pinkett Smith, en un papel poco habitual en ella.
Una madre (Kunis) que trabaja a tiempo parcial y se encarga de sus hijos, su perro y un marido algo gandul, descubre que éste tiene un peculiar “affair” y decide que ya no aguanta más. Manda a todo al garete y en el mundo de la corrección política decide que va a ser una mala madre, lo que, irónicamente, la hará mejor. Para ello contará con la ayuda de otras dos madres (Hahn y Bell) en distintas circunstancias, una casada y casi esclavizada, otra divorciada y liberada pero que decide apoyar a sus amigas, en una lucha de poder contra la más perfecta de las madres (y la más arpía), presidenta de la AMPA (y nunca fue casualidad que se llamase así) y sus secuaces.
La clave de la película y de su efectivo e inteligente humor, es convertir a las madres en algo más que objetos decorativos y darles la posibilidad de liberarse, de sus maridos, de sus hijos, de todo aquello que las ata. Son madres, pero también mujeres, y la película tiene un claro y necesario mensaje feminista (verla con nuestras madres puede ser una excelente idea), acompañado de un humor que nos muestra que todos somos imperfectos y tenemos derecho a desbarrar de cuando en cuando. Sobre todo ellas. Y lo hacen con mucha comedia física, muchos dardos envenenados, mucha incorrección política y un reparto que brilla en la comedia especialmente. Todas ellas, aunque Hahn hay que reconocer que es la reina de todo el desmadre.
Es ácida, es divertida, es gamberra, no es escatológica (bien) y es muy valiente… hasta cierto punto. Porque la película tiene dos detalles que hacen que pierda fuerza en su argumento (sencillo, liberador, bien expuesto). El primero, esto es América. Las madres son perfectas y preciosas, al menos las protagonistas, y viven en barrios burgueses perfectos y preciosos. Mucho “pijerío”, poco barrio del de verdad, de ese en el que usted y yo nos hemos criado (y no tiene que ser un barrio marginal, simplemente obrero… de los de todos o casi todos nosotros), y segundo, cuando llega el final de la película, con todo el valor, con todo lo salvaje que ha sido, se echa atrás. Se acobarda brevemente y adopta una postura buenrrollista y amable que no va con lo visto antes y que no ayuda… El resto, una película muy divertida, en serio, que nos arrancará carcajadas durante todo el metraje. No duden en verla si buscan una buena comedia gamberra.
Jesús Usero
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