Comedia familiar con Kevin James combatiendo en un ring. Sí, no es broma, a alguien se le ocurrió pensar que Kevin James en un cuadrilátero sería creíble de algún modo, y lo curioso es que el carisma del actor saca adelante la película sin muchos problemas. Pese a sus defectos. Y lo de que alguien pensaría… bueno, digamos que alguien vio ese pedazo de peliculón que es Warrior (¿la mejor película de combates de la historia del cine? Yo lo dejo caer…) y copió con descaro la trama del personaje de Joel Edgerton. O parte de ella al menos, porque aquí el drama es menor, la acción menos contundente y la película se convierte en una versión de andar por casa de aquella.
Es decir, un profesor que debido a una rocambolesca sucesión de circunstancias, se ve en la tesitura de luchar en combates de artes marciales mixtas para reunir dinero y así salvar el programa de música de su héroe personal, su compañero interpretado por Henry Winkler. Y así empieza a entrenar y a luchar, pese a la oposición de la escuela y de la gente que le aprecia, recuperando poco a poco el gusto por enseñar perdido hace tiempo. Sí que tiene algo (bastante) de Warrior, sí…
Pero seamos honestos, las dos estrellas que le he puesto a este título no le hacen justicia. No es que sea buena, que no lo es, pero no es ninguna bazofia. Kevin James, un actor que siempre trabaja (o casi siempre), en películas muy por debajo de su talento y carisma, aquí acierta mucho más que en Zooloco, por ejemplo, sobre todo con un personaje apático, gris, perdido, que poco a poco encuentra su camino, no gracias a las artes marciales mixtas, sino gracias a la gente que le rodea y a la que antes había alejado de su vida, como sus alumnos y colegas.
La película tiene humor, tiene cierta carga de realismo (sobre todo en su primera media hora), tiene momentos realmente hilarantes (el primer combate, el entrenamiento, los puñales contra el director, la apatía inicial del personaje), aunque busca más hacer sonreír. Los combates están bien resueltos y el final tiene la justa cantidad de épica de baratillo necesaria para una película así. Otra cosa es que te creas que un tipo así va a luchar en una jaula o que ligue con Salma Hayek, personaje que, pese al atractivo de la actriz, sobra por completo.
Es entretenida, decía, no ofende, no insulta, tiene algún buen apunte y aporta optimismo en tiempos de crisis. Le sobra metraje, le sobra ciencia ficción y hasta algún personaje a un guión simplista y poco currado, pero solvente a fin de cuentas. No, no es memorable, pero tampoco deplorable. El actor tiene películas peores. Y hay cierto giro a películas algo más dramáticas que puede sentarle genial a James. Perfecta para ver en familia y pasar el rato. De dos estrellas y media, si pudiéramos ponérselas.
Jesús Usero
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