Crítica de la película Remember Me
Relato esperanzador con un reparto fantástico.
Martín Rosete es uno de nuestros directores ya afincado firmemente en el mercado anglosajón, tras dirigir Money y producir The Chain. Aunque coproducciones con España, su trabajo es en inglés con repartos internacionales como es el caso de Remember Me, película liderada ni más ni menos que por Bruce Dern, en una película que parece la versión optimista y esperanzadora de Nebraska, película por la que el actor fue nominado al Oscar. Eso sí, la película tiene cosas por corregir, sin duda, pero es un proyecto interesante, bien dirigido y con un reparto simplemente sensacional, donde no sólo destaca el nombre de Dern, aunque no siempre termine de aprovechar los nombres que están ligados a la película.
Remember Me es una historia cercana y ciertamente divertida, sobre un anciano viudo que está algo distanciado de su familia, debido al matrimonio de su hija, por lo que tampoco ve mucho a su nieta, a la que adora. Su mejor relación es con su amigo y vecino. Un día descubre que en una residencia cercana vive su amor de juventud, una actriz con la que mantuvo un romance que cambió sus vidas, pero que ahora padece la enfermedad de Alzheimer y no recuerda nada ni a nadie. Entonces toma una decisión arriesgada, hacerse pasar por enfermo él también para pasar junto a ella un tiempo y conseguir un milagro, que recuerde quién es y recuerde el amor que compartieron juntos. Aunque no sé realmente el mensaje que manda eso a la audiencia.
Entiendan a qué me refiero. La película es divertida, mucho, pero cuando uno analiza el mensaje da algo de miedo. EL protagonista no respeta nunca la lógica o el sentido común, o los deseos de la familia, simplemente piensa egoístamente y decide acosar a una persona enferma para conseguir lo que desea, aunque sea imposible. Remember Me romantiza ese hecho y da una idea no muy sana de lo que el amor es… Justifica demasiadas cosas, y ese es uno de sus lastres… Pero claro, luego tenemos a Bruce Dern cara a cara con Brian Cox en clave de comedia y se nos olvida todo, porque son dos portentos de la interpretación haciendo lo que mejor saben. Y con eso el precio de la entrada ya está más que bien invertido.
Además tenemos a Sienna Guillory a Ben Temple o a Verónica Forqué, que dan todavía más empaque a una película que apenas pasa de los 90 minutos y que posee mucha ternura en su interior, con un tema con el que habitualmente nos encontramos con demasiados dramas, y aquí es tratado como comedia. Pero al final deja un sabor demasiado intranscendente, como si fuese una película para televisión sin mucho que nos haga recordarla o recomendarla. Rodada con corrección, divertida, con un guión simpático pero sólo memorable por su reparto. Una historia que seguro podía haber dado más de sí, pero que es más que interesante. Aunque la olvidemos poco después de verla.
Jesús Usero
COMENTA CON TU CUENTA DE FACEBOOK
★
{spoiler spoilerID , haga clic en mí para abrirlo , cierre la etiqueta tanto en la parte superior como en la parte inferior , ambos} texto dentro del spoiler {/spoiler}
