Crítica de la película Reminiscencia
Debut en la dirección de Lisa Joy con todas las obsesiones de la familia Nolan.
No, no es una comparación gratuita, ni un desprecio a Joy ni mucho menos. La guionista y directora está casada con Jonathan Nolan y esta película contiene muchos de los elementos del cine de esa familia, o de la serie que ha creado y mantiene con su marido, Westworld. Lisa Joy apuesta por el cine negro mezclado con ciencia ficción, que por supuesto nos lleva a Blade Runner, pero que además nos recuerda a Origen, Following o la propia Westworld. Y además lo hace con nombres habituales de esa gran familia de actores que participan en las películas y series que han creado, como Hugh Jackman, Thandiwe Newton, Angela Sarafyan o Brett Cullen. A ellos además se suma Rebecca Ferguson, Natalie Martínez o Cliff Curtis.
Una historia de cine negro ambientada en Miami en un futuro cercano en el que el agua ha conquistado la ciudad y los viajes a través de la misma se hacen en barca, con algunas zonas con el agua contenida por diques. Es un mundo en el que el protagonista, un veterano de guerra, lleva un negocio en el que se pueden revivir los recuerdos como si estuviésemos nuevamente allí. La gente lo utiliza para recuperar pequeños instantes de felicidad. La llegada de una peculiar cliente hará que todo cambie y tenga que investigar quién es realmente la persona que ha llegado a su vida.
Una persona que tiene los rasgos de Rebecca Ferguson y que, en su presentación, no puede más que recordarnos a Jessica Rabbit (sí, el personaje de animación). Jackman da una solidez y un aplomo a su personaje que no siempre refrenda el errático guión, mientras que la compañía de una siempre excelente Newton le da más empaque a la película. La pena es que el personaje de Ferguson no esté igual de dibujado que el resto. Son personajes a medio cocer a veces (el de Daniel Wu o el de Cliff Curtis) y que demuestran que el guión es imprescindible. Y de una guionista tan brillante como Lisa Joy uno podía esperar algo más a la hora de crear personajes y situaciones de cine negro. Sobre todo después de Westworld.
Visualmente la película es magnífica, no sólo en el mundo que presenta o la resolución de las escenas de acción (ese tiroteo y esa pelea… brillantes), sino en el propio encuadre de las conversaciones, de los sueños o de las transiciones. La película tiene ritmo y entretiene, tiene un reparto excelente y visualmente atrae… ¿por qué no es más redonda? Parte de la culpa la tiene un guión tramposo excepcionalmente empeñado en contarnos la historia romántica y darle vueltas y más vueltas, como si no nos hubiésemos enterado de lo que va la película, y sin embargo abandonando las explicaciones más básicas (por qué este personaje hace esto, por qué hizo aquello, cómo ha llegado aquí…). Demasiadas casualidades, momentos in extremis y situaciones imposibles. Además recuerda demasiado a Origen, es imposible no recordar la película de Christopher Nolan y la aleja de la brillantez de Westworld. Es un prometedor debut, pero esperábamos más.
Jesús Usero
★
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