Interesante mezcla de drama y thriller, en la que Samuel Martรญn y Andrรฉs Luque muestran el proceso de una venganza que traspasa las fronteras. Una aventura donde Juana Acosta construye un papel de madre coraje realmente sorprendente.
Los directores de la algo irregular Agallas regresan a las pantallas con esta crรณnica rodada entre Colombia y Espaรฑa, y en la que se pone de manifiesto la espiral de violencia que acompaรฑa a las tropas de mercenarios que luchan en las zonas mรกs conflictivas del planeta.
Bajo esas coordenadas, la historia de Tiempo sin aire juega con soltura a travรฉs de diferentes tiempos narrativos, siempre pendientes de un argumento con numerosos puntos oscuros; los cuales solo se resuelven al final del metraje. De esta manera, el espectador asiste un tanto virgen y sin certezas previas al viaje inicial de un joven espaรฑol, quien se ha alistado voluntario en el ejรฉrcito colombiano para ejercer como soldado de las tropas regulares. Sin embargo, una vez en ese paรญs, el aparentemente simpรกtico muchacho se transforma en un ser diferente, capaz de cerrar los ojos antes las depravadas acciones de sus compaรฑeros para con los aldeanos.
Dentro de ese cuadro de injusticias, se encuentra una enfermera llamada Marรญa; la cual vive con sus hijos y su suegro de una manera mรกs o menos pacรญfica. Por lo menos, hasta que la milicia en la que se encuentra el andaluz toma posesiรณn de la zona. A partir de ese instante, la pelรญcula experimenta un salto hacia un presente lejano y misterioso; para instalar la cรกmara en el momento en que Marรญa y su hijo pequeรฑo se hallan en Espaรฑa, obsesionados por encontrar a un hombre del que รบnicamente conocen su nombre de pila y su rostro.
Estas son las lรญneas que sustentan el guion del filme, y que adquieren la fisonomรญa de una tragedia coral tras la incorporaciรณn del personaje de un psicรณlogo infantil al que interpreta Carmelo Gรณmez, y que se enamora del personaje de Juana Acosta. Un laberinto al que igualmente se suma la novia del ex mercenario, a la que dota de fรญsico la mediรกtica Adriana Ugarte.
Grabada con un ritmo conciso y progresivo, la pelรญcula goza de mayor contundencia cuando se centra en los acontecimientos ocurridos en Sudamรฉrica, mientras que pierde fuelle de autenticidad cuando escenifica la improbable historia de amor entre el papel del psicรณlogo y el de la extraรฑa y opaca Marรญa.
Las revelaciones continuas sobre lo que uniรณ en el pasado a todos los integrantes del largo es lo que da verdadero sentido y coherencia a lo que Martรญn y Luque muestran en la pantalla. No obstante, la sensaciรณn de que el asunto se alarga en exceso hace que el interรฉs por descubrir la resoluciรณn del misterio se vaya perdiendo poco a poco, entre tanto sufrimiento solo entendible despuรฉs de asistir a la sucesiรณn de vejaciones y muertes que sufriรณ la madre coraje que lidera la trama.
Al final, la reflexiรณn sobre los efectos de las guerras, y sobre la culpabilidad de cualquier bando participante, se impone con fuerza como el mensaje subliminal y preciso de una cinta cargada de brillantes caracterizaciones.
Jesรบs Martรญn
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