Crítica de la película Tu Hijo
Cine con galones y una historia llena de ambigüedad moral.
Una película que continuamente nos remite al cine de los setenta, a sus temáticas y a su compromiso por contar historias duras, para nada autocomplacientes, llenas de complejidad ética y moral. Repletas de grises creados por la violencia y, en esta ocasión, por un padre justiciero que en realidad no es más que un cobarde. Donde Hollywood nos ofrece Venganza o El Justiciero (la primera entretenidísima, la segunda un remake innecesario y carente de interés o fuerza), nosotros ofrecemos Tu Hijo, que no pretende simplemente entretener, sino plantear una serie de preguntas difíciles, complejas, duras, que nos llevaremos a casa una vez termine la proyección. Porque además la película no da todas las respuestas… Esas tendremos que darlas nosotros y sopesar el resultado.
Un médico que vive en Sevilla con su familia, que es un magnífico cirujano con una familia perfecta, en apariencia, y donde tiene una relación soberbia con su hijo, al que adora y que le adora a él. Es un hombre comprometido socialmente, capaz de arriesgar mucho por lo que cree justo… Hasta que un día su hijo llega al hospital en un terrible estado tras una brutal paliza. Dispuesto a descubrir la verdad y hacer justicia, emprenderá un camino del que no se puede regresar… Y, conociendo la carrera del director Miguel Ángel Vivas, que tiene películas tan interesantes como Extinction o Secuestrados, no creo equivocarme demasiado al asegurar que ésta es su mejor película hasta la fecha, y la prueba de que con el guión adecuado, su talento visual puede darnos grandes momentos.
Por supuesto nada sería posible sin el trabajo de José Coronado, un actor que, sin hacer mucho ruido y casi a veces a la sombra de nombres quizá más conocidos, se ha convertido en uno de los mejores, si no el mejor, actor español del momento. Un camaleón, al que acabamos de ver en Gigantes en un papel que no podría ser más distinto a este. Su protagonista es un tipo brillante profesionalmente, pero mediocre en otros aspectos, a veces cobarde, a veces impulsivo, a veces violento… Su camino será un descenso a los infiernos para el que quizás no esté preparado.
Junto a ese portento que es Coronado (ver su transformación durante la película es maravilloso) , y Ana Wagener o Vicente Romero están perfectos, aunque ojalá tuviesen más papel. Pero quien roba la película es, una vez más Luis Bermejo. La escena entre ambos actores en el coche es simplemente, memorable. Y dos jóvenes actrices como Asia Ortega Leiva y Ester Expósito, que demuestran un talento magnífico. Vivas además narra con contundencia esta historia, con esa cámara que sigue al protagonista a cierta distancia muchas veces, mostrando lo que debe y quiere como un bisturí de un cirujano… Sólo un par de momentos no muy depurados de guión, empañan momentáneamente esta historia de venganza… o de mucho más oculto tras una venganza que quizá nunca suceda. O quizá no sea lo más importante. Como les decía, la película les planteará dudas. Dudas que tendremos que responder nosotros.
Jesús Usero
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