Comedia dramรกtica sobre la superaciรณn de la pรฉrdida que permite lucirse a Susan Sarandon.
Un motivo de sobrado peso para ir al cine a verla: Susan Sarandon. Esta mujer tiene un รกngel con la cรกmara que la convierte en alguien capaz de vendernos el personaje que a ella le dรฉ la gana, en cualquier circunstancia y condiciรณn. Es algo que le viene de lejos. De hecho no recuerdo una sola pelรญcula de su filmografรญa en la que no me haya atrapado, por floja que fuera. Ella, Rose Byrne y J.K. Simmons ponen esta pelรญcula por encima del telefilme al que parece abocada. Pero sobre todo hay que tener en cuenta que es una especie de show de Sarandon del derecho y del revรฉs, y ella es la que le presta toda la energรญa a este proyecto. Miren ustedes, en manos de otra actriz, por ejemplo de Meryl Streep, esta pelรญcula se me podrรญa haber atragantado mucho, pero Sarandon le proporciona ese tono de humor desenfadado en las situaciones clave. El argumento se mantiene siempre con el tรณpico a la vuelta de la esquina, pero Susan Sarandon nos hace olvidar que estamos viendo una especie de extraรฑa mezcla entre la tรญpica historia de madre e hija que podrรญan enchufarnos en la sobremesa televisiva de cualquier fin de semana y un intento de trabajar el costumbrismo a la americana.
El principal acierto de la guionista y directora de la pelรญcula es mantener el delicado equilibrio entre comedia y drama sin llegar a subrayar en ningรบn momento una u otra alternativa de las dos que maneja con habilidad en esta historia sobre la soledad, la felicidad y la necesidad de pasar pรกgina y seguir adelante despuรฉs de la pรฉrdida. Con estos mismos temas le podrรญa haber salido una castaรฑa como un templo, pero por el contrario le sale una pelรญcula amable sรณlo en apariencia y mirada superficialmente. A la pelรญcula le ocurre lo mismo que a su protagonista, y buena pista sobre ello son los encuentros de รฉsta con la psicรณloga: bajo su capa de amabilidad, bajo su aparente sencillez, bajo ese aire de inofensiva inocencia, Una madre imperfecta y su protagonista ocultan una sobria, madura y muy intensa mirada a la necesidad de esquivar el zarpazo de la soledad. Eso convierte este largometraje en un afinado retrato de nuestra sociedad, en la que aparentemente estamos mรกs conectados que nunca, pero en el que en realidad cada vez nos comunicamos cada vez menos entre nosotros. El protagonismo que tienen los telรฉfonos mรณviles en el relato es muy claro en ese sentido, asรญ como el papel que cumple el telรฉfono en relaciรณn al enigma de otro personaje secundario de la trama.
La aparente sencillez bajo la que se oculta la complejidad de las emociones que vive la protagonista la encontramos en el desenlace de su encuentro con sus cuรฑadas y cuรฑados en Nueva York, o en su paso por el estudio donde tropieza con un recuerdo. En esos y otros momentos de la pelรญcula, una mirada de Sarandon lo explica todo mucho mejor en unos segundos que varias pรกginas de diรกlogo, prestando asรญ un ritmo mรกs dinรกmico a la trama. Ademรกs pocas actrices son capaces de someterse a una especie de monรณlogo de este tipo manteniendo en todo momento la frescura de su personaje y de la propia pelรญcula.
Miguel Juan Payรกn
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