Viral, curiosa a medio camino entre la comedia cotidiana juvenil, el suspense y el publirreportaje.
Concursos juveniles, redes sociales, un centro comercial y un protagonista con problemas de liquidez y claustrofobia leve se dan cita en esta pelรญcula de intriga que navega entre el humor y el susto por los pasillos de un conocido punto de cita para los consumidores de ocio cuyo nombre me voy a ahorrar porque ya estรก suficientemente publicitado en la propia pelรญcula. Tan publicitado que pienso que Viral es la sublimaciรณn de la maniobra de product placement y me parece bien que se zambulla alegremente y con singular descaro alย territorio del publirreportaje dramatizado. Una maniobra por otra parte astuta y que aplaudo porque tal como estรก el patio en la industria del cine espaรฑol pienso que casi cualquier mรฉtodo vale con tal de poder sacar un proyecto adelante. En ese sentido, la camiseta del protagonista con el lema โPonga su anuncio aquรญโ me parece toda una declaraciรณn de principios.ย Ademรกs, pasear el sello del centro comercial en el que se desarrolla la trama no me parece que sea lastre o perjudique seriamente a la narraciรณn que se nos propone. Lo mismo se aplica, y con similar descaro, a la apariciรณn de Maxim Huerta y la promociรณn de su novela, que inevitablemente me recuerda aquello que decรญa Hannibal Lecter en El silencio de los corderos, Quid pro quo, seรฑorita Clarice: Incluso creo que tan descarada identificaciรณn de la localizaciรณn en la que vive sus aventuras el protagonista opera como un elemento de verosimilitud sociocultural que permite una mayor inmersiรณn del espectador en la pelรญcula, lo cual, dada su naturaleza de vehรญculo de intriga, me parece correcto.
Tampoco me molesta el descaro con el que el guiรณn despliega los trucos y lugares comunes, los tรณpicos esenciales del gรฉnero, como la fuga del conejillo de indias, la subtrama romรกntica juvenil, los pasillos siniestros, los sustos gratuitos, etcรฉtera. Sin embargo no me encajan otras piezas. Por ejemplo el acento andaluz del personaje interpretado por Miguel รngel Muรฑoz me resulta totalmente prescindible y perjudicial para la credibilidad de la pelรญcula. No dudo que el actor se lo haya currado un montรณn y tiene algunos golpes de humor, pero creo que la mejor opciรณn era o buscar directamente un actor andaluz, y hay un buen puรฑado de ellos muy preparados, o bien quitarle el acento andaluz y liberar a Muรฑoz de esa impostura excesiva que tampoco parece especialmente esencial. En el otro extremo de las aportaciones del reparto, las mรกs positivas las encontramos en Pedro Casablanc, Aura Garrido o Pablo Rivero, que consiguen darle mรกs solvencia al conjunto con sus escenas. Y junto a ellos creo que han desperdiciado el personaje de guardia de seguridad interpretado por Chani Martรญn, que merecรญa que le hubieran dado algo mรกs de cuerda en todo el relato. Por otro lado, no se trata de copiar, pero quizรก liberar al protagonista de ese arranque al estilo de Jerry Lewis y darle algo mรกs de credibilidad y menos torpeza seguramente habrรญa beneficiado a la pelรญcula, lo mismo que aรฑadirle un poco mรกs de caรฑa terrorรญfica en las secuencias estilo REC que salpican su parte de intriga. El tono de Cuarto Milenio creo que se queda corto.
Resumiendo: es entretenida, una propuesta de suspense curiosa. Creo que podrรญa haber sacado mejor partido de su mezcla de comedia y suspense, pero me vale y aplaudo su caradura al montar el proyecto y hacer guiรฑos humorรญsticos al tema del product placement con la camiseta del protagonista e incluso en la amenaza terrorรญfica del relato, con ese anuncio de las muรฑecas de Famosa. Por eso y porque me parece una รณpera prima tan sencilla en su planteamiento como entretenida, con un arranque curioso en su puesta en escena tirando del plano secuencia.
Miguel Juan Payรกn
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