Crítica After Aquí acaba todo ★½

Crítica After Aquí acaba todo película dirigida por Castille Landon con Hero Fiennes-Tiffin, Josephine Langford, Cora Kirk, Jessica Webber

El final de esta terrible saga adolescente.

Es curioso el fenómeno de la saga After, basada en las novelas de Anna Todd, una franquicia que ha tenido una repercusión mínima en la taquilla en todo el mundo, hasta el punto de que esta última entrega llega a cines en Estados Unidos de forma limitada, pero que se ha mantenido pese a eso y que concluye su andadura tras cinco películas, ni más ni menos, y con toda la historia entre sus dos protagonistas plasmada en pantalla, sin que se haya quedado ningún libro fuera. Es más, el último libro fue dividido en dos películas…

En esta ocasión no he leído el referente original literario, pero es cierto que, de todas las adaptaciones de novelas románticas adolescentes (o incluso adultas) After figura entre las peores de largo. Una sucesión de clichés, de personajes tóxicos, mal desarrollados, de interpretaciones de cartón piedra, escenas de sexo terribles, dirección vacía y cambios de reparto sin sentido. Dentro de todo ese desastre, la quinta y última entrega no es la peor de todas. Es más, durante un tramo es la más interesante… aunque todo vuelve a torcerse al final.

Una mejora respecto a entregas anteriores.

Existe una mejora respecto a varias entregas de la saga. Por ejemplo en la trama. Las escenas de sexo casi (casi) desaparecen. Y la historia se centra en Hardin y su duelo por la pérdida, lo que supone y lo que tiene que cambiar, llevándole a reencontrarse con su pasado y a aceptar quién fue y quién es. Es un viaje interesante, lo justo para hacer llevadera la trama. Hay momentos que sonrojan al espectador, diálogos imposibles y comportamientos más que cuestionables (cuando uno piensa que el personaje no puede ser más tóxico… se supera), pero en líneas generales, se lleva mejor que en otras películas.

La clave está en el cambio de la relación romántica entre los protagonistas originales, por una relación más particular entre Hardin y Nathalie, una Mimi Keene que es el gran acierto de la película. Una presencia refrescante y diferente. Un personaje que aporta otro punto de vista, y una actriz con mucho más que ofrecer que muchas otras de la saga. A eso se suma que Hero Fiennes Tiffin ha mejorado bastante como actor y tiene mucho más que ofrecer que lo que habíamos visto en las otras películas.

Al final, es un tren que descarrila.

Pero todas esas buenas maneras y esfuerzos, se pierden por completo en los últimos quince minutos. No es que Castille Landon hubiese hecho un glorioso trabajo durante los 75 primeros minutos de película (hay hasta algún salto de eje en la narración…), pero era correcto, menos televisivo que en otras ocasiones. Al no haber escenas de sexo, la cosa mejoraba levemente, y trasladar la acción a Portugal en lugar de a un Londres recreado en Bulgaria, era un acierto… Pero todo se pierde en quince minutos terribles. Son quince minutos que condensan lo peor de toda la saga.

No sólo vuelve el tema romántico, sino que pretende darle carpetazo sin desarrollar absolutamente nada, con la falta de química habitual entre los dos protagonistas, con muchísimas lagunas de guión, y con un desenlace que deja boquiabierto, y no en el buen sentido. En ese punto de la historia regresan hasta las horribles pelucas de películas anteriores y la sensación de que absolutamente nada en esta saga es rescatable cinematográficamente hablando. Exceptuando los fans más fieles de la saga, todos agradecemos que se acaba, porque al final ha sido como una visita inesperada que alarga su presencia. Estás deseando que se marche… Sólo para los fans.

Jesús Usero

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