Crítica Blonde
Crítica de la película Blonde
Una retorcida visión al icono que fue Marilyn, con una maravillosa Ana de Armas.
Honestamente, ese es el principal atractivo de la película y de ahí su nota final. Todo en esta película es Ana de Armas y poco más. Siguiendo en cierta medida el estilo narrativo (que no visual, no confundamos lo uno y lo otro aunque puedan estar relacionados) que presentó en El Asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Andrew Dominik plantea un falso biopic (la película está basada en una novela) para resumir emociones, reacciones, sentimientos, momentos en el tiempo… No para hacer una biografía, sino para conocer quién era Marilyn por dentro. Me temo que fracasa desde el inicio por muchos motivos, como son un guión fallido, una sordidez excesiva y un gusto por cambiar cada dos minutos de estilo visual, que no siempre acompaña.
Concebida más como un cuento con moraleja o una fábula, la película comienza con la trágica infancia de la actriz y su tortuosa relación con su madre, y termina como no podía ser de otro modo. Para dar mayor sensación de sueño, de cuento trágico, los personajes son conocidos en los créditos como el ex atleta, el escritor… no da los nombres reales de las parejas de la actriz, aunque los conocemos todos, y sin embargo sí aparecen nombres como Billy Wilder. Es confuso en parte, pero tiene más que ver con el caótico guión, con la sensación de que la película no va a contarnos nada y así sucede. No habla de nada, y quiere contarlo todo.
El papel de Ana de Armas es simplemente sensacional. Se convierte en Marilyn con todas, absolutamente todas, las consecuencias. La actriz cubana es el mayor motivo de la película y todo lo que no sea verla nominada a todos los premios del año, sería una injusticia mayúscula. La situación es compleja porque la película no siempre acompaña, pero de la puntuación de la película, dos estrellas son sólo para ella y su brillantísima transformación. Cómo transmite con la sonrisa, con la mirada, con los gestos… cómo cambia de uno a otro momento… Ante ella nada tienen que hacer los nombres de Bobby Cannavale, o Adrien Brody. El resultado en el tema interpretativo es excelente, pero ante todo por ella.
Mientras Dominik está a otras cosas. Confunde sexualización excesiva con profundidad, fuegos de artificio visuales con drama, aparatosidad con alma. Se aleja de todo lo conseguido con Jesse James y pese a todo lo siniestro que muestra, nunca llega al hueso, al corazón. Lo convierte todo en el trauma de una chica sin padre, y ya. No sabe hacerlo complejo y acaba siendo una película excesivamente larga, aburrida por muchos momentos y, sin Ana de Armas, vacía. Y divisiva. Porque es una película que u odias o adoras. Y aquí muchos están odiando la película y otros defendiéndola a muerte. Qué quieren que les diga… buena, buena, no es. Es fallida y caótica. Y carece de la fuerza necesaria para hacer verdadera justicia a Marilyn Monroe. Tanto a ella como a su actriz protagonista.
Jesús Usero
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