Crítica de la película Detective Conan: El puño de zafiro azul
Parece que fue ayer cuando Alfa Pictures sorprendía al público otaku anunciando el estreno en cines españoles del largometraje numero 22 del famoso detective Conan Edogawa tras su enorme éxito en Japón rompiendo récords en taquilla. Debido a su buena acogida aquí en España, no era de extrañar que la distribuidora volverá una vez más a apostar por traer otra cinta de la franquicia, siendo en este caso The Fist of Blue Sapphire, última película de la saga que ha logrado superar a su antecesora en el país del sol naciente. Aquí solamente queda un mes para poder disfrutarla en la gran pantalla y ya os adelanto que no os defraudará.
Como muchos de vosotros ya sabréis, Kaito Kid regresa en esta nueva cinta, siendo este uno de los principales hilos conductores de la trama, lo cual se agradece porque es un personaje muy querido por los fans (tanto que llego a tener su propia serie en Japón). Podría tratarse perfectamente del protagonista de esta historia, trayendo consigo la mayoría de momentos interesantes del film junto a Makoto Kyogoku, el karateka que protagoniza las escenas de acción y combates como no podía ser de otro modo, además de ser otro de los personajes importantes en la historia. Es lo bueno de la mayoría de las películas de la franquicia, que los personajes secundarios cobran a veces incluso más importancia que el propio Conan (incluso Sonoko tiene un papel en todo esto), lo que supone todo un acierto. Ah, y hay una sorpresita con respecto a aparición de personajes, que, aunque parecía una “referencia” como tantas otras, más de uno se alegrará.
Por otro lado, es más que comprensible que se quiera incluir al verdadero protagonista de la serie en el caso, pero quizás no era necesario hacerlo del modo en el que terminan haciéndolo… Para refrescar un poco; Conan es secuestrado por Kid para llevarlo hasta Singapur debido a que éste no puede cruzar el país sin pasaporte. Es aquí cuando aparece un error que podría haberse solucionado de otra forma, porque un poco de maquillaje no engaña a nadie; ni al espectador (aunque no se pretende), ni a los propios personajes de la historia… Otra vestimenta, película, accesorios, cambio de voz… Cualquier cosa podía haber funcionado mejor, pero bueno, ya entenderéis a lo que me refiero y más de uno estará de acuerdo conmigo. A pesar de eso, la primera escena del “encuentro”, no es otro que un guiño a uno de los momentos más icónicos del comienzo de la serie.
Con respecto a la trama, no es muy innovadora en lo referente al caso, siendo bastante siempre, de hecho, es posible que descubráis parte del pastel incluso antes de que Conan lo resuelva, sobre todo los fanáticos de la serie que lleváis casos y casos vistos. Aún así disfrutareis como siempre. No todo es seriedad, ya que la cinta incluye diversos elementos y momentos que la harán amena, sobre todo su parte final, dejando la presentación y resolución del caso para principio y mitad, y culminando con un final repleto de escenas de acción. Cabe destacar también una muy buena animación como suele acostumbrar -incluyendo los paisajes de Singapur- así como la banda sonora que suena durante la película y su tema final Blue Sapphire interpretado por Hiroomi Tosaka.
Casi lo olvido… Al comienzo de la película encontrareis un dato que para quien no sigue la serie no le dará importancia y lo tomará sin más, pero a los fans les llamará la atención sobre todo porque puede suponer un poco de spoiler si no se está al día con la serie.
No hay mucho más que añadir; un nuevo caso, no tan llamativo y realista como otros (sobre todo el de su anterior film), pero con un grupo de personajes que hacen de la película un puro entretenimiento para todo tipo de público. Eso sí, lo de Conan es para reír. Nos vemos en la siguiente.
Christian Mesa
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