Crítica El Hotel de los líos. García y García 2 ★★½ (2023) con José Mota y Pepe Viyuela

Crítica El Hotel de los líos dirigida por Ana Murugarren y protagonizada por José Mota, Pepe Viyuela, Paz Padilla, Diego Arroba ‘El Cejas

Floja secuela con un cambio de dirección.

García y García no fue un enorme taquillazo en su estreno, y aunque los personajes y la buena química entre José Mota y Pepe Viyuela podían ser aprovechados en otros proyectos posteriores, no quedaba nada claro que hubiese posibilidad de que esto fuese a pasar. Y si eso ha sucedido finalmente, es por un cambio de dirección notable en la película. Ya García y García tenía un aire de humor blanco, a veces cercano a Mortadelo y Filemón, que aprovechaba la comedia física, pero también de enredo. Aunque era una película destinada quizá más a la audiencia adulta. En esta ocasión han decidido cambiar de tercio, abrazar ese humor blanco, sobre todo el slapstick, e incorporar a un reparto infantil para que la película sea un relato familiar en la línea de Padre no hay más que uno o A todo tren, pero aún más disparatada.

Y en este caso no es para bien del todo. Más disparate suele suponer más diversión, pero en esta ocasión la película resulta una suerte de puzle compuesto de piezas que no terminan de encajar del todo o casar entre sí, hasta el punto de que hay personajes que no sabemos muy bien lo que pintan en la película, y otros, que pasan de largo sin exprimir todo su potencial. Retales para componer una historia, que nos presenta el reencuentro entre los dos Garcías, y la compra por error de un hotel destartalado que una vez fue grande. Allí se hospedarán un grupo de niños brillantes, camino de un certamen de ciencia, y sobre todos se cernirá el peligro de un grupo de ladrones que quiere recuperar algo que dejó en el hotel. Un grupo de ladrones que parece la familia de villanos de Los Goonies.

José Mota y Pepe Viyuela funcionan muy bien juntos. Eso se aprecia y se nota, son la sal de la historia, aunque la película, por su cambio de tono, de género y de personajes, casi sea un spin off más que una secuela. Mientras se incorporan nombres que hemos visto en otras películas antes mencionadas, como Paz Padilla, Antonio Resines o Diego Arroba. No son malas incorporaciones, pero la de Resines está desaprovechada, y los niños, por culpa de un guión bastante plano, no destacan. En muchos momentos consiguen poner nervioso al espectador. Mientras personajes como el policía, la cartera, los visitantes del hotel, el conserje y su ayudante (Ricardo Castella robando planos en la película) destacan y no tienen el tiempo necesario. Como tampoco lo tienen tramas secundarias que no van a ningún sitio en 89 minutos de duración, como la historia del hotel encantado.

Sí, con 89 minutos no tienes tiempo ni de aburrirte, pero muchas veces nos burlamos de lo que hace Santiago Segura con su cine familiar, y cuando otros lo intentan descubrimos que no es nada sencillo. Esta película es buena prueba de ello. Lo intenta, pero no arranca. Su humor es muchas veces poco efectivo, sus personajes no tienen el carisma deseado, y el resultado final es discreto. No es una película terrible y se nota la mano de su directora, Ana Murugarren, quien otorga bastante vida a la película con sus imágenes, con un buen montaje, y con una acertada dirección de actores. Pero nada de eso sirve demasiado si el producto final es tan flojo. Insuficiente para convencer al público, a uno que solo busca pasar un buen rato una tarde de fin de semana en el cine. Y más floja que la primera entrega. Por cierto, el mensaje que transmite a los más pequeños… quizá no sea el adecuado.

Jesús Usero

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