Crítica de la película Falling
Intenso drama familiar, con un reparto excelente y un brillante debut como director para Viggo Mortensen.
El actor da el salto detrás de las cámaras para proponernos una historia familiar intrigante, divertida y por momentos brillante, que sirve para explicar muchos sentimientos contrarios, difíciles de asimilar entre padres e hijos. La película es una carta de amor de un hijo a su padre, en toda regla. Un amor incondicional e incomprendido que no siempre es recibido como merece, sobre todo cuando la persona a la que quieres, tu propio progenitor, no es el mejor de los padres y puede convertirse en una auténtica pesadilla con el paso del tiempo. Una película sutil y equilibrada que no ofrece respuestas a todas sus preguntas, simplemente plantea cómo evoluciona la vida y cómo puede ser una familia.