Crítica La habitación de las maravillas ★★★½ (2023)

Crítica La habitación de las maravillas película dirigida por Lisa Azuelos con Alexandra Lamy, Muriel Robin, Hugo Questel

Emotivo drama familiar convertido en película de aventuras.

Esa es la novedad que aporta una película basada en el libro de Julien Sandrel, quien junto a Fabien Suárez ha escrito también el guión de la película que corre de la mano de la directora Lisa Azuelos, responsable de LOL y su remake, Reencontrar el amor o Mi niña. La directora sabe imprimirle un tono muy peculiar al relato, que podía haber caminado por el drama más absoluto, pero que es capaz de encontrar su propia personalidad, lo que muchas veces nos lleva a un paseo por la fantasía, otras por la realidad más dura.

En algunos momentos no seremos capaces de decidir si lo que está sucediendo es real o pasa sólo en nuestras cabezas. O en las de los personajes protagonistas. En cualquier caso es un viaje lleno de aventuras y descubrimiento, lo que hace que la película sea mucho más dinámica y entretenida que muchas otras del género.

La vida de Thelma no es precisamente sencilla. Madre soltera de un niño de doce años con tendencia a meterse en problemas, agobiada en el trabajo, con la necesidad de aprender idiomas para mejorar su situación… apenas tiene tiempo para vivir. Pero todo va a cambiar cuando su hijo caiga en coma y ella decida algo inaudito.

Coger el libro de su hijo en el que recoge 10 cosas que hacer antes del fin del mundo y cumplir todas las tareas, como si fuese un Hércules moderno, para mostrarle a su hijo lo mucho bueno que hay en el mundo, haciéndole así despertar del coma. Eso la llevará a recorrer medio mundo y conocer realmente a su hijo a través de ese libro y de los sueños del pequeño, pero también a conocerse a sí misma, redescubrirse e reinventarse.

Pocas actrices podrían interpretar mejor ese viaje que Alexandra Lamy. La intérprete francesa da un recital de naturalidad y honestidad en su viaje, que muchos no entienden ni comparten, que muchos juzgan e incluso intentan sabotear. Pero es un viaje que sirve para conocer y conocerse, y a través de la mirada de la actriz descubrimos todo ese mundo nuevo lleno de vida e ilusiones por cumplir de su hijo.

Es la protagonista idónea porque sabe partir de la verdad, sin excesos cuando el drama puebla la película, ni ligerezas cuando descubre lo que la película le va haciendo descubrir. No es nada sencillo lo que hace, pero está bien rodeada, especialmente de Muriel Robin que da vida a su madre, y que tiene con ella un continuo tira y afloja que nos lleva a momentos muy divertidos, pero también muy humanos y cercanos.

Esa es la clave de una película que no cuenta nada nuevo, pero que lo cuenta de una forma distinta. Nos lleva por un camino menos transitado lleno de viajes y aventuras. Pero tampoco aporta nada nuevo, ciertamente. Su historia es una que ya hemos visto más veces, y no hay mucho más donde rascar tras esas buenas intenciones. Lo novedoso está en cómo se cuenta la historia, pero hasta cierto punto.

Eso hace que el relato sea más interesante que en otras ocasiones, pero no una revolución. Es una buena película, un sólido drama, evita muchos maniqueísmos y sentimentalismos, otros no. Y nos da un viaje de apenas 95 minutos, que es algo que también se agradece mucho. No se excede, pero el final deja un sabor de boca peculiar, como si no nos explicasen qué ha pasado realmente. Demasiada incertidumbre. Pero una buena película, al fin y al cabo.

Jesús Usero

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