Crítica Me he tragado un extraterrestre ★★½

Crítica Me he tragado un extraterrestre película dirigida por Gerhard Painter, Paul Louis Meyer

Sencilla y simpática aventura de animación, pero lejos de las grandes producciones actuales.

De qué va

Norman es un joven que vive obsesionado con los alienígenas y la vida extraterrestre. Sin poder esperarlo, sus sueños se harán realidad cuando una microscópica nave se instale en su cuerpo para controlarlo y así evitar que un villano intergaláctico se haga con el control de nuestro mundo.

Crítica Me he tragado un extraterrestre

Un lugar que no alcanza no sólo por los medios empleados para la producción de la película, que en esta ocasión son mucho más moderados que en las películas de animación norteamericanas, obviamente, sino a la hora de elaborar un guión con la fuerza suficiente como para que nos olvidemos de dichas producciones. Es una película de producción sudafricana, con buen ritmo y humor, que no aburre ni nos hace mirar el reloj preguntándonos cuándo va a terminar, pero tampoco va a maravillarnos ni dejará ningún tipo de huella en el espectador. Porque igual que es entretenida, es previsible, falta de imaginación y sin carisma, especialmente en un desarrollo de personajes que bien podría estar escrito por una inteligencia artificial. Nada malo para pasar una tarde con la familia en una sala de cine. Pero si buscamos algo más… no vamos a encontrarlo aquí.

Me he tragado un extraterrestre tira de todos los tópicos del género de alienígenas y lo mezcla con otros clásicos del cine de ciencia ficción para obtener una amalgama que funciona, sin más. La historia de un joven, obsesionado con los extraterrestres, que de repente se ve poseído por una pequeña nave alienígena que toma el control de su cuerpo (El chip prodigioso es lo primero en lo que piensa uno cuando esto sucedce y del modo en qué sucede), con la intención de evitar que un villano intergaláctico consiga hacerse con el control de nuestro planeta. Un villano que se hará con el control del profesorado de tan singular instituto. Y, pese al buen arranque de la película, con el cuaderno de dibujo del protagonista, pronto todo deja paso a un relato muchísimo más convencional en lo narrativo y en lo visual, con elementos absolutamente predecibles en cada paso del camino. Efectiva pero previsible.

Por ejemplo, todos los elementos recuerdan a una comedia norteamericana de instituto, desde la pequeña comunidad de Hubble Bay, los adolescentes, el instituto, la ciudad, los profesores… Todo está creado como si sucediese al norte de California, por ejemplo. Y no es algo malo, pero siendo una película de Sudáfrica, uno podría pensar o desear que más elementos locales fuesen importantes en la historia. Elementos que nos llevasen a conocer otras culturas y no una tan explotada como la estadounidense. Estoy convencido de que había cosas que podían salir de ahí y no lo han hecho, lo que es una auténtica lástima. Porque de ese modo han conseguido restarle personalidad al proyecto, a uno en el que cuesta diferenciar a los personajes entre sí. Es más, son los aliens dentro de sus naves los que dan algo de color al asunto, pero limitados al estar encerrados en el cuerpo de sus anfitriones.

Hay elementos que recuerdan a Planet 51, pero aquella era mejor. En esta película el viaje es mucho más sencillo, lo que es perfecto para los más pequeños de la casa. Aunque visualmente es poco vistosa, y no me refiero a la animación (es más tosca debido al bajo presupuesto, eso es lógico), me refiero a los diseños y cómo se plasma todo en pantalla. Hay algo de humor escatológico, pero sobre todo mucho slapstick, que es lo que mejor funciona y lo que arranca las carcajadas de la audiencia. Especialmente de los niños. Un buen rato con la familia con mucho ritmo, que hacen que sus menos de 90 minutos pasen volando. Eso sí, dudo mucho que en el futuro uno sienta la necesidad de revisitar la película…

Te gustará si te gustó:

Es cercana en espíritu a Planet 51, pero también a cintas como El Chip Prodigioso, a la que homenajea todo el rato.

Jesús Usero

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