Crítica Sick of Myself ★★★★

Crítica Sick of Myself de Kristoffer Borgli

Sick of Myself es un drama con tintes de humor negro y también de terror

Sick of Myself es la nueva película del director noruego Kristoffer Borgli, que es presentada como una comedia de humor negro, pero que sinceramente (y puede que esto sea por cuestiones personales) no le he encontrado la gracia, pero sí el drama, la critica e incluso el terror.

Es difícil comenzar una crítica de una película que te presentan como una comedia de humor negro cuando a un servidor, en este caso yo, no le ha encontrado casi en ningún lado la diversión a las situaciones que se presentan en la cinta. Puede que personalmente se deba a que el tema de la enfermedades mentales me toquen más de cerca y me haya aproximado al film más como un drama que como comedia, y esta crítica va a estar enfocada desde este punto de vista. Aclaro esto antes de comenzar para sentar las bases y poner las cartas sobre la mesa. Sick of Myself cuenta la historia de Signe y Thomas, una pareja tóxica y extremadamente competitiva que da un vuelco cuando Thomas empieza a adquirir fama por sus exposiciones de arte. A partir de ahí, Signe tratará de llamar la atención recurriendo a métodos extremos para suscitar la compasión de su pareja.

El film empieza con unas escenas que sí, pueden resultar divertidas, pero rápidamente la historia se vuelve un drama. Y un drama muy bien llevado, con un ritmo y un tiempo muy bien medido que nunca se hace largo, algo que se agradece. La verdadera protagonista del film es Signe, interpretada estupendamente por Kristine Kujath Thorp, quien es quien se termina por adueñar del relato. A través de su creciente obsesión por ser el centro de atención, la película va adquiriendo tintes no solo dramáticos para su personaje, sino incómodos e incluso grotescos de ver, con momentos que llegan a abrazar el más puro terror.

El fondo del relato gira mayormente en torno a esa idea, pero también hay espacio para hacer una crítica a esta sociedad que gira sobre la imagen, la poca empatía, y también sobre el arte, la moda y las redes sociales, cosas que están muy vinculadas entre sí. Y lo hacen a través canalizándolo mayormente todo a través de esa pareja tóxica entre Signe y Thomas, esos dos personajes narcisistas y egoístas que se nutren mutuamente sus deficiencias.

Dirigida hábilmente por Kristoffer Borgli para que la historia se te pase en un suspiro. Un relato sobre las consecuencias terroríficas que pueden llegar a tener las enfermedades mentales, a pesar de su máscara de situaciones delirantes.

Guillermo Méndez

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